Twitter acaba de cumplir quince años.
Con motivo de esa conmemoración oí en una televisión que la definían como la red del odio, de los haters.
Hace ya unos cuantos años se decía que cada uno tiene su propio Twitter, ya que lo vas configurando en función de las cuentas a las que sigues y las que dejas de seguir. Me da la impresión de que los medios favorecen justo esos perfiles del odio y acaban teniendo esa impresión y, lo que es peor, transmitiéndola a la población.
Yo entré en Twitter relativamente temprano, en mayo de 2008, pronto me recordará que llevo trece años en la red. Pero, como nos ocurrió a muchos, tardé en encontrarle la gracia: hasta principios de 2010 no alcancé un grado importante de actividad. Después he publicado muchos tuits, quizá demasiados. Casi todo lo que hago lo cuento en Twitter: los artículos que escribo, los libros que leo, las fotos que hago durante mis paseos,…Hay quienes me dicen que soy un pesado, y puede que tengan razón. Veo que he publicado 22.400 tuits (o retuits, que también hago algunos). Eso, en menos de once años hace una media de unos dos mil al año, o sea cerca de seis al día. No estoy seguro de que todos los días haya tenido seis cosas interesantes que contar: de hecho suelo tener muy pocos comentarios, retuits o cualquier otro tipo de interacción. Y hace casi dos años que me mantengo con un número muy similar de seguidores, en torno a 2770.
Pero Twitter se ha convertido en mi principal fuente de información. Hace ya muchos años que me distancié de la prensa, siempre partidista; ahora leo sólo los artículos que encuentro recomendados por personas a las que sigo en Twitter. Leo sobre todo temas relacionados con esa profesión a la que he dedicado muchos años de mi vida y que, aunque ella se distancie, me resisto a abandonar.
De la mayor parte de noticias importantes de los últimos diez años me he enterado a través de Twitter, mucho antes de conocerlas por cualquier otro medio.
Y, supongo que como todo el mundo, tengo mis tuiteros favoritos. En torno a los análisis de medios se ha formado un grupo interesante (@NuevasAudiencia, @Anagneira,@analogicman, @PabloGD7, @AHUERTASBAILEN, @NQuintasFroufe y algunos más). Me gustan los análisis electorales y el seguimiento de los datos del Covid que hace Kiko Llaneras (@kikollan)con su interesante newsletter; también son interesantes los análisis de datos que hace Josu Mezo (@malaprensa); para todos los temas relacionados con la radio no hay nadie mejor que mi amigo Gorka Zumeta (@gzumeta); en plataformas de contenidos, y especialmente en Netflix, nadie supera a Elena Neira (Elena_Neira); para temas sobre plantas y flores Pepe Plana (@PepePlana) o el Botánico (@RJBOTANICO); hace poco he descubierto a Alice Silver (@alicesilverpol) que publica maravillas sobre la arquitectura de Madrid, en especial la que lleva azulejos; Xavier Añúa (@javieranua) que fue entrenador del Barcelona de baloncesto, publica sobre baloncesto, ciclismo, Vitoria y muchos otros temas que me interesan; también sobre ciclismo y Vitoria Ainara Hernando (@AinaraHernando). Y tantos y tantos otros. Cuando intento hacer estos repasos me doy cuenta de lo disperso que soy (o de la cantidad de campos diferentes que me interesan).
De todos ellos no creo que ninguno se ajuste a esos perfiles de odio que parecen nublar la vista a alguno críticos de Twitter.