Desde ayer ya estamos oficialmente en recesión. Hemos cumplido los dos trimestres de retroceso económico de rigor.
Lo curioso es que se está contando con una sonrisa en la cara. No es sólo el ya lo decía yo, parece que mucha gente se alegra de que las cosas vayan de mal en peor.
No creo tampoco que vaya en la línea de los comentarios de ayer, muchos de ellos muy sensatos:
A nosotros, como a toda nuestra generación, nos beneficia «la crisis»,
siendo lo mejor que puede pasar,
para que tengamos una casa de 90 metros cuadrados,
sin tener que hipotecarnos 40 años.
(Beneficio de la crisis) o
En un mundo de dinero fácil, donde:
– cualquier persona era tentada por la banca a coger una hipoteca 35 millones o más, por un piso sobrevalorado.
– cualquier empresa del ladrillo tenía crédito……hipotecando terreno agrícola ( tipo campo patatas) porque iba a ser recalificado por el alcalde de turno.
– cualquier familia que no llegaba a fin de mes, tenía un «crédito fácil» en menos de 48 horas.
(Dinero fácil) o
No me dan pena, la gente que no tiene dos dedos de frente
(No me dan pena). o
Ya llegarán tiempos mejores, esto es un tránsito necesario para se acaben los abusos que hemos dejado que cometan los empresarios (sobre todo los dedicados a la construcción).
Espero que los españoles comencemos a tener 2 dedos de frente, ya es hora
(Yo).
No, no me da la impresión de que esa alegría fuera en esta línea, al fin y al cabo sensata, de pedir dos dedos de frente después del despilfarro.
Más bien parece que mucha gente se alegra de que todo vaya mal…porque les va mal a otros y aún hay otros a los que echarles la culpa.
Pero el caso es que muchas empresas están echando gente a la calle.
En muchos casos empresas que siguen teniendo beneficios, aunque sean menores que en años anteriores.
Cada vez más gente está viendo más de cerca la cara amarga de esta crisis.
En el mercado publicitario ya hay muchas empresas que han empezado a echar gente.
Empiezan a cicular currículums de personas que uno conoce.
Un amigo echando a otro amigo…
Es duro.
Espero que esta crisis pase pronto.
Y que no se lleve por delante a muchos amigos…
…que no se nos lleve por delante.
Eduardo, hay gente que cuando pierde parte del negocio que habitualmente hacía, no se le ocurre otra cosa que subir el precio para «compensar». Por ejemplo, una cafetería cerca de la calle Velázquez de las normales tirando a cutres, a la que yo iba esporádicamente hace un tiempo, y donde el otro día me cobraron 2,30 por una caña en la barra… o por ejemplo, el diario El País.
Esa gente (los responsables de esos negocios) se merece desaparecer del mapa, y eso es exactamente lo que habrá ocurrido cuando salgamos de esta crisis. Si yo fuera un empleado de esa cafetería o de ese diario, nada mas ver que subían los precios habría empezado a buscar otro empleo.
Es muy poco recomendable trabajar en una empresa que está dirigida por unos irresponsables, lo malo es que esto sólo puede verse, en algunos casos, en tiempos de crisis. Igualmente es poco recomendable trabajar en un puesto de trabajo que tu empresa no necesite. La primera misión de todo asalariado es hacerse necesario para la empresa. Creo que incluso hay seminarios para ello…
Nunca nos podemos alegrar del mal ajeno pero reconozcamos que la situación actual, aunque no beneficie a la sociedad en general si que ayudará a una parte a acceder a ciertos bienes (como una vivienda) sin tener que sacrificar toda su vida por ello.
Sin duda, hay empresas multinacionales que están despidiendo gente para que su margen de beneficios no sea demasiado bajo con respecto a años anteriores de plena bonanza económica.
Hablando de comentarios, he leído varias veces uno en el que se decía que las familias que pedían créditos eran en su mayoría cajeras de Carrefour y un albañil. En fin, poco acertado pero si bastante sensato y dando a entender que los créditos se daban con demasiada permisibilidad económica.
¿Cuanto durará la crisis?
Lo que dure la reestructuración del sistema de empleo, es decir, en cuanto se absorba la cantidad de parados de la construccion y el excedente de personal se marche a su país (porque aqui ya no hay oportunidades). Aún quedan un par de años completos para llegar al punto de inflexión y establecer nuevos criterios. Hasta 2011, todo lo que se haga no dará frutos (y frustrará mucho más a la población).
Lo de «ya lo decía yo» puede venir – fundamentalmente – por dos caminos, pero no son en absoluto igualmente juzgables:
el fatalismo listo del «a toro pasado» (este es absolutamente censurable y como no es parte de la solución, lo es del problema) y el otro origen son las personas que con conocimiento de causa llevaban avisando de los – como mínimo – peligros de cómo se estaban haciendo o dejand de hacer las cosas.
Esos últimos tuvieron que aguantar que les llamaran ¡de todo! (lo de anti-patriotas fue lo más suave).
Lo que no podemos ahora es volverles a llamar anti-patriotas cuando únicamente dicen: «te lo dije». Es la mínima satisfacción moral que les debemos.
Eso no solucionará nada, pero al menos ayudará a que vuelvana ponerse a tirar del carro con la convicción de que al menos ya nos hemos enterado de que lo que decían era verdad y no «delirios catastrofistas».
O les concedemos eso o, si no, pensarán que no hay intención real de arreglar las cosas y no arrimarán el hombro y no seré yo quien se lo recrimine.