Los horarios españoles son demenciales. Quienes trabajamos en empresas multinacionales estamos acostumbrados a que cuando llamamos a nuestros colegas de otros países a las cinco y media de la tarde salte el contestador diciendo «llame mañana, nuestro horariode trabajo…» Sin embargo nos suelen acusar de baja productividad.
Últimamente ha vuelto a hablarse mucho de la irracionalidad de nuestros horarios. Desde su origen: yo no sabía que la decisión de adelantarnos una hora sobre el horario solar se debía a nuestro afán por parecernos a Alemania y distanciarnos del liberal Reino Unido a principios de los cuarenta. Hasta de sus posibles soluciones: una de ellas adelantar el prime time de televisión.
Y justo aquí nos encontramos con uno de esos tradicionales dilemas filosóficos: ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?
A principios de los noventa debatíamos en el Comité de Usuarios de Sofrés (como se llamaba entonces la empresa de audimetría) como debíamos definir el prime time, es decir el periodo en el que se concentran las mayores audiencias de televisión. Como es una cuestión con implicaciones comerciales, las cadenas de televisión querían que la definición fuese muy amplia (de ocho de la noche a una de la madrugada, si no recuerdo mal); los anunciantes y sus agentes defendíamos una duración más corta (de nueve a doce).
Recuerdo que para contar todo esto en nuestra newsletter CMInforma, Jaime Agulló hoy flamante Director General de ComScore España, que entonces trabajaba en mi equipo, utilizó como título El prime time, esa cosa con plumas. Se trata de un concepto con fronteras difusas, que en realidad definen los espectadores con sus hábitos y que, de hecho, va cambiando a lo largo de las estaciones. El momento de mayor audiencia es más tardío en verano y se adelanta en invierno.
Claro que, si la programación más interesante se emitiera antes…
Y aquí es donde entran los políticos. La ministra Ana Mato propone a UTECA adelantar el prime time. Y las cadenas privadas prometen no empezar sus programas estrella después de las 23. (No parece una gran concesión: ¿A qué hora terminaría un programa estrella que comience a las 23?). Da la impresión de que lo podría tener más fácil con las públicas y en concreto con TVE; y sin embargo tampoco con la televisión pública tiene mucho éxito.
Ignacio Buqueras, desde la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles, está peleando entre otras, esta batalla. De momento con poco éxito.
No estoy seguro de que adelantar el prime time de la televisión vaya a mejorar nuestra productividad, ni siquiera de que vaya a ayudarnos a racionalizar nuestros horarios pero sí de que unos horarios más racionales nos ayudarían a vivir mejor.
Y tú ¿qué opinas?
Adelantar en este comentario que mi último disco se puede descargar gratis haciendo click sobre mi nombre ¿Cambiará las reproducciones?
Lo que yo opino es que después de las doce de la noche, desde las 00 horas se deberían esforzar los programas para adultos porque lo que hacen es sumirnos en el aburrimiento aflojando los niveles y asi no vale la pena gastar electricidad para ver la TV. Creo que hay mucho inutil al frente de la programación y si no se renuevan más vale que recorten gastos cerrando.
Clica sobre mi nombre
Parece que el Gobierno no ha convencido a las cadenas privadas y que éstas no adelantarán el prime time:
http://www.vertele.com/noticias/las-tv-privadas-no-adelantaran-el-prime-time/