Apuntes sobre el ¿final? De la FM

La FM comenzó su andadura en España a mediados de los años sesenta, como una apuesta por una tecnología emergente.

Venía a completar el papel jugado hasta ese momento por otros tipos de modalidades de emisión, fundamentalmente la OM (Onda Media) que luego pasó a llamarse mayoritariamente AM (Amplitud modulada).

En el plan técnico de implantación de la FM se incluía una fecha de caducidad para la AM que, evidentemente, nunca se cumplió (aún hoy siguen existiendo emisiones en AM).

El ritmo de sustitución de una tecnología por otra no depende sólo de la legislación que la apoye (casi es de la variable que menos depende) sino de la apuesta de las empresas emisoras, el atractivo de los contenidos que se ofrezcan por la nueva modalidad y el impulso de la población a la hora de sustituir los receptores por otros adaptados a la nueva opción.

El autor del artículo con Gorka Zumeta, el culpable, Isabel Peleteiro y José Andrés Gabardo. (FOTO: Gorka Zumeta)

En el caso de la FM el primer desarrollo fue muy lento: las empresas emisoras no apostaron por la nueva tecnología y en los primeros años se limitaron a replicar la emisión de la OM en el canal de FM. No había incentivos para iniciar el cambio, incluso cuando el precio de los nuevos receptores no era una barrera fuerte. Sólo las emisoras de contenido musical (especialmente Los 40 Principales) suponían un aliciente para provocar el cambio.

Sólo a partir de 1982, con el primer bloque de nuevas concesiones de emisoras en FM se produce una primera aceleración del cambio. Además de música tenían sentido nuevos canales con otro tipo de contenidos, incluso los generalistas con información y una gran parte de la programación hablada. En pocos años, para 1985, ya la audiencia de emisoras en FM superaba a las de OM. En cinco años más, en 1990, la FM duplicaba a la OM; en 1998 ya la triplicaba, pero sólo a partir de 2006 se puede decir que la audiencia de OM es marginal, al no superar en 5%..

La audiencia de Radio por Internet supera a la OM a partir de 2013. Pero su ritmo de entrada también es lento en sus comienzos: desde el primer dato, obtenido en 2010 (un 2,1%) se tardan siete años en duplicarlo (un 4,5% en 2017) y sólo en 2022 se vuelve a duplicar (un 10,2%).

La TDT mantiene siempre su carácter marginal como vehículo de escucha de Radio, al no alcanzar nunca el 2%.

¿Cuándo se podría producir la sustitución de la FM por opciones digitales?

La FM superó el 50% de audiencia en el año 2003 y se mantuvo con ligeros altibajos a lo largo de varios años; alcanzó su máximo histórico en 2012, con un 56,9% y desde entonces desciende poco a poco: cae por debajo del 50% en 2020 y el descenso parece acelerarse en los últimos años casi en paralelo al aumento de la audiencia por Internet.

Es difícil hacer pronósticos sobre la evolución de un fenómeno que no depende sólo de las preferencias de los oyentes y sí, mucho, de la legislación (¿se apoyará decididamente el DAB Plus?) y de la apuesta de las empresas emisoras.

Tenemos el precedente del frustrado inicio del DAB en el año 2000, hace casi un cuarto de siglo.

Si se mantuviera el actual ritmo de sustitución (cuatro puntos de caída en los dos últimos años) la FM no pasaría a ser marginal (menos de un 5% de audiencia) hasta el año 2044. Pero se puede esperar una aceleración del crecimiento de la escucha a través de Internet, como ocurrió con la FM a partir de 1982, o un cambio de patrones si se produce una apuesta importante por parte de la administración y los emisores por la emisión digital (en streaming o en DAB Plus).

Si los contenidos de las nuevas opciones son atractivos y el equipamiento necesario para recibirlos no tiene un coste excesivo, el ritmo de cambio se puede acelerar.

Y también podría aparecer uncisne negro” que lo cambie todo. Pero, aunque los cambios producidos por los cisnes negros son de gran magnitud, sus probabilidades son muy bajas.

(*) Mi amigo, el gran Gorka Zumeta, me pidió hace unos meses mi opinión sobre la posible desaparición de la FM. Aunque “hacer previsiones es un oficio peligroso, sobre todo si se refieren al futuro”, me arriesgué con esta reflexión. Ví que la utilizó en su charla en la Jornada de la FORTA en Lanzarote.

2 comentarios en «Apuntes sobre el ¿final? De la FM»

  1. Mi querido Eduardo,
    salvo que los políticos, nacionales o europeos, obliguen a las cadenas, el DAB+ no va a ser la opción de futuro para la digitalización.
    La Radio ya tiene muy avanzado – y de manera exitosa – su proceso de transformación digital.
    Los teléfonos móviles han hecho ese trabajo y han puesto un dispositivo de radio digital en todos nuestros bolsillos.
    Apple y Google-Android han hecho el resto para que el aporte del DAB en los coches sea absolutamente irrelevante.
    No solo eso, es que el incremento e integración de formatos de publicidad digital que ahora tienen las cadenas de radio, correrían el grave riesgo de convertirse en un gueto aparte del resto de la planificación de medios digitales.
    A las cadenas de Radio el DAB solo les aporta costes adicionales para recorrer un camino que hace tiempo que ya han recorrido.
    La sustitución o evolución del canal de recepción de los contenidos radiofónicos no son relevantes de cara al futuro. Quien moverá eso será únicamente la evolución de los dispositivos móviles y su conectividad. Y eso no afecta al modelo de negocio de las cadenas de radio.

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    • Muchas gracias por tu aclaración, Justerini.
      En mi artículo hablo poco de DAB Plus, que depende de demasiados factores que desconozco. Mis cálculo los hice en función de la evolución de los datos del EGM y ahí no hay todavía datos de DAB. Y se refieren al posible futuro de la FM en un mundo cada vez más digital, aunque todavía poco; eso sí que se refleja en los datos.
      Pero te agradezco mucho que pongas las cosas claras sobre la posición de las empresas del sector. De eso tú sabes mucho más que yo.

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