¿Cómo han cambiado la audiencia, el tiempo de consumo y la fragmentación de la televisión en 20 años?

El tiempo de consumo se ha mostrado como el mejor indicador de la audiencia, muy por encima de la audiencia acumulada, que todavía sigue siendo el más utilizado en otros medios, incluso los de aparición más reciente.

En 1997 el consumo de Televisión había alcanzado una cifra altísima, 209 minutos, casi tres horas y media diarias. Pero el aumento de la oferta, y probablemente un crecimiento del tiempo libre de una parte importante de la población (la crisis produjo un fuerte incremento del paro) hicieron aumentar esa cifra, en sucesivas oleadas, hasta los 246 minutos (¡más de cuatro horas al día por cada español!) que se alcanzaron en 2012. Desde entonces este dato no ha dejado de descender; en 2017 se quedó en 225 minutos, un dato que antes de 2008 habría significado un récord histórico pero ahora para algunos analistas supone toda una señal de alarma y un anuncio de la muerte de la Televisión en abierto.

Fragmentación

La mayor oferta ha traído consigo una altísima fragmentación de la audiencia. En 1997 prácticamente toda la audiencia de Televisión se concentraba en las cadenas en abierto; las cadenas que constituyeron UTECA representaban el 44,6% del tiempo de consumo del medio mientras casi todo el resto correspondía a las diferentes televisiones públicas.

En 2007 las cadenas privadas en abierto superaban claramente la mitad de la audiencia, mientras las cadenas públicas habían caído hasta poco más del 36%. Las plataformas de pago no terminaban de encontrar su camino (en el trayecto habían desaparecido Vía Digital y Quiero TV, en tanto que Canal + se había convertido en Cuatro, un canal en abierto) y no se veía a la Televisión por Internet como una amenaza.

Las cosas han cambiado mucho en los últimos diez años. En 2017 la Televisión pública a duras penas superaba el 20% de participación y las cuatro cadenas privadas principales sumaban algo más del 38%, una cifra muy similar a la que alcanzaban las cadenas temáticas.[1]

Algunas de las ofertas de las que más se habla, y a las que se considera responsables de la supuesta muerte de la Televisión, no se incluyen en esa audiencia medida.

Ahí puede radicar el problema que se apunta para la Televisión en abierto: las nuevas generaciones, los espectadores más jóvenes, son los que optan en mayor medida por ofertas diferentes, tanto cadenas temáticas como Televisión en streaming o sobre IP  y nuevas posibilidades de consumo audiovisual en dispositivos diferentes del televisor. Los protagonistas del futuro pueden estar perdiendo el contacto con la Televisión lineal.

[1] Siempre hablando de la audiencia medida por Kantar Media, que no incluye el consumo fuera de los hogares ni en dispositivos diferentes del televisor.

(*) Este artículo es la segunda parte del publicado en el Anuario de UTECA conmemorativo de sus primeros 20 años.

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