El español en la Publicidad

El jueves estuvimos visitando al cliente para recibir briefing. Quiere hacer un launch  del producto porque ha procedido a un restyling. Ahora tiene más posibilidades para el e.commerce y tiene un nuevo target. Además con los cambios ya no es tan mainstream como era antes y quieren dirigirse más a los early adopters para que ellos actúen como influencers.

Vemos que su marketing debe potenciar a partir de ahora su componente on line, pero sin prescindir de la off line.

Como hasta ahora la publicidad se basaba sobre todo en televisión nosotros habíamos pensado en una campaña en el que el prime time tuviera mucho peso y llevábamos preparado un ranking con los programas de mayor rating. Con ellos nuestras campañas siempre habían conseguido el mayor share of voice de la categoría.

Invitación y programa del encuentro

Con el nuevo planteamiento deberemos potenciar el peso en las social networks. Vamos a darle mucha importancia al inbound marketing; para ello hemos pensado en cambiar el storytelling del producto, lo que nos permitirá mejorar el SEO y ahorrar algo en SEM, esos savings podremos destinarlos a una acción de OOH utilizando digital signage. Entre nuestros nuevos objetivos está ser trending topic los primeros días de campaña, sin olvidar otros KPIs; por supuesto no se puede disparar el CPC, aunque como es una campaña de branding daremos más importancia al CPM.

En mobile vamos a utilizar video in text.

También tendremos apoyo en televisión, pero no será una campaña de muchos GRPs; nos conformamos con tres OTSs porque el spot tendrá un strong message y buscaremos más reach que frequency.

Estamos dudando qué share de la inversión digital compraremos mediante RTB porque no confiamos mucho en las data bases que hemos conseguido y el big data no nos será todavía de gran ayuda.

El próximo 18 de mayo se celebrará el primer encuentro entre la RAE y la Academia de la Publicidad. Es el fruto del acuerdo entre las dos instituciones y entre sus objetivos figura reducir el abuso del inglés en publicidad.

Esta sarta de palabras en inglés la he escrito sin demasiado esfuerzo para buscarlas. Si te dedicas a la publicidad seguro que no te resulta complicado añadir unas cuantas más como comentarios. Si te interesa este tema no dejes de acudir al encuentro del día 18. Pero no olvides que necesitas invitación y que tendrás que confirmar tu asistencia a la Academia de la Publicidad antes del miércoles día 12.

5 comentarios en «El español en la Publicidad»

  1. Yo no creo que haya que dramatizar las consecuencias de la introducción de términos extranjeros en el habla cotidiana. El idioma, como ente monolítico e inmutable, no existe: de otro modo, seguiríamos hablando latín. El problema no es ese: el problema (a mi juicio) es la introducción de términos empobrecedores del idioma, y estos pueden ser importados o vernáculos. Decir «early adopters» no me parece empobrecer el idioma, sino enriquecerlo, porque la expresión equivalente en castellano (¿»adoptadores tempranos»?), igualmente novedosa, no sólo no mejora la forma anglosajona sino que resulta ostensiblemente forzada y artificial. Lo mismo pasa con muchas de las voces anglosajonas que se mencionan en el artículo: designan realidades o situaciones nuevas, surgidas en general como consecuencia de los cambios tecnológicos y sociales provocados por la evolución social. Sin embargo, expresiones como «lo peta» o «liarla parda», con todo y ser de raigambre española, no hacen sino empobrecer el lenguaje, convertirse en comodines, en clichés que invaden y eliminan en la práctica muchas otras expresiones y sus matices de significado. No comparto esa obsesión por eliminar los anglicismos del habla propia de ciertas profesiones o incluso de su irradiación al habla común, lo mismo que no comparto esa estrategia provinciana y corta de miras de nuestra Academia, que muestra tanta firmeza contra los términos ingleses como complacencia con los españoles, aunque sean una calamidad para la calidad de nuestra lengua que es, al final, la calidad de nuestro pensamiento.

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  2. Muchas gracias por tu punto de vista, Gedeón. No te falta razón en lo que dices sobre términos españoles. Pero también es verdad que muchos de los anglicismos que se usan (en publicidad y otras profesiones) son totalmente innecesarios.

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  3. No se trata, Gedeón, de hacer una persecución contra los términos importados del inglés que puedan enriquecer nuestro idioma (qué es una lengua sino un mosaico de barbarismos), ni de hacer una traducción directa de aquellos conceptos que aterrizan en nuestros documentos y presentaciones, sino de buscar con nuestras propias palabras la manera de definir la misma cosa. El ejemplo que usted pone, «early adopters» bien podría traducirse con un «pioneros», por poner el primer ejemplo que me viene a la mente. Otra cosa que se hace mucho en nuestro sector es inventar nuevos conceptos directamente en inglés incluso para presentaciones locales, algo que bajo mi punto de vista deberíamos evitar.

    En cuanto a los términos en castellano a los que se refiere como pobres, siempre ha existido dentro del lenguaje un componente coloquial que, al ser la parte más sujeta a cambios a corto plazo, da a luz nuevas expresiones que, por novedosas o vulgares, nos desagradan. Pero, lejos de ser sintomático de un empobrecimiento del idioma, es una parte inevitable y necesaria del mismo. El problema no es su existencia sino el contexto en que se use.

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  4. Muchas gracias por el comentario L.A.
    Estoy muy de acuerdo con esa postura: habrá términos que adaptemos del inglés porque serán necesarios para dar nombre a nuevos conceptos que nos vienen de allí. Pero el ejemplo de «early adopters» es bueno. Sólo con un pequeño esfuerzo uno encuentra «pioneros» o, como había hecho yo «precursores» o «adelantados».
    Sin demonizar el inglés, pero sin papanatismos.

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  5. Estimados ambos,
    Por eso creo que estaremos de acuerdo en que lo que marca la diferencia entre el enriquecimiento del lenguaje y el papanatismo no es la procedencia del término, sino su capacidad para ampliar el campo semántico. Tan enriquecedor me parece incorporar, sin complejos, el término «early adopters» como «papanatizador» (¿otro neologismo?) abusar del «lo peta» o el «telita». Por cierto, discrepo en que «early adopter» equivalga a «pionero», a «precursor» o a «adelantado». «Precursor» es obvio que significa otra cosa y no aplica; «pionero» tampoco comparte matiz semántico con «early adopter», ya que se refiere más a quien innova en el terreno que sea, mientras que el «early adopter» no innova nada, sólo se suma de forma temprana a una innovación que es obra de otro; con «adelantado» sucede, a mi juicio, algo parecido, aparte que ambos términos admiten un uso mucho más genérico. A mi juicio, «early adopter» amplía el campo semántico y fija un concepto más concreto, como es el de aquellos consumidores, especialmente de tecnología, que eligen un producto o servicio recién lanzado al mercado antes de su fase de maduración y antes, por tanto, de su adopción por el grueso de su mercado objetivo. Ese concepto no existía en español y no se corresponde con los términos esgrimidos por vosotros. Y pondré un ejemplo donde espero que se entienda lo que quiero decir: Steve Jobs fue un pionero de (entre otras cosas) la convergencia entre computación y telefonía móvil; yo, cuando me compré mi primer iPhone 1ª Gen no fui también un pionero; fui un «early adopter». Ya sé que lo vamos a pronunciar «irli adorte», pero a estas alturas estoy seguro de que todo el mundo está de acuerdo en que eso no es lo importante.

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