Hoy termina la Vuelta ¿Cuanto vale un buen ciclista?

Este año el ciclismo nos ha dado algunas grandes, grandísimas, emociones. Aunque seguro que hay muchas más, recuerdo las últimas etapas del Giro, con los corredores del equipo Astana atacando a Contador, un sólido líder que aguantó el envite; la fantástica etapa del 25 de julio en el Tour, con los ataques a Froome del Astana, de nuevo (el mejor equipo este año) y, sobre todo, del Movistar en una inolvidable subida al Alpe D’Huez. Froome aguantó, pero el Movistar consiguió colocar a sus dos hombres fuertes (Nairo Quintana y Alejandro Valverde) en los otros dos lugares del podium.

Ayer sábado vivimos de nuevo un gran espectáculo en la penúltima etapa de la Vuelta. Tras una gran carrera en la que había aguantado todos los ataques de sus rivales, parecía que el holandés Tom Dumoulin era un líder inatacable. Pero su distancia en la clasificación general era muy escasa y su equipo muy débil: toda una invitación para que el compacto equipo Astana lo intentara.

Y lo hizo con una demostración de estrategia de esas que siempre se intentan pero que pocas veces suelen funcionar: cuando el italiano Fabio Aru, el segundo clasificado de la general, consiguió en uno de sus ataques en el penúltimo puerto distanciar al líder, estaba muy bien arropado por varios compañeros de equipo, entre los que destacó mi paisano, el alavés Mikel Landa (una gran promesa, que ha hecho una espléndida temporada). Pero además tenía varios compañeros en las escapadas que iban por delante, que le fueron esperando y colaborando durante un buen número de kilómetros. Ahí el trabajo del murciano Luis León Sánchez fue determinante.

Al final el líder perdió un buen montón de minutos y bajó hasta el sexto puesto. El catalán Joaquín Purito Rodríguez será segundo y el colombiano del Movistar Nairo Quintana polaco de Tinkoff Rafal Majka tercero en la general.

En la etapa de ayer se produjo otra gesta de esas que se ven pocas veces: el ganador de la etapa, el alicantino Rubén Plaza, lo hizo después de mantenerse escapado en solitario más de 130 kilómetros.

Todo muy emocionante para los que nos gusta el ciclismo. Pero ¿qué repercusión económica tiene todo esto?¿Cuánto vale la visibilidad que ha tenido la capital de Kazajstán con los triunfos del equipo que lleva su nombre, el más fuerte esta temporada?¿Cuánto vale la constante presencia en televisión de muchas marcas en uno de los primeros deportes que vio claro el valor de poner marcas comerciales en los maillots?

La empresa Kantar Media lleva unos cuantos años estimando esos valores. En su momento nosotros utilizamos esos servicios cuando Euskaltel, que era cliente, patrocinaba un gran equipo (que incluso tuvo con Samuel Sánchez un campeón olímpico).

Este año ha publicado algunas noticias con las valoraciones que calcula. Así, el triunfo de Froome en el Tour tuvo una repercusión de más de 792 millones de impactos, lo que supondría un valor publicitario de 9,6 millones de euros.

Ya en la Vuelta que hoy termina, Carrefour, la empresa de distribución que patrocina la carrera, consiguió el pasado domingo, durante la retransmisión de la 15ª etapa, 78 millones de impactos, que probablemente habrán sido más de 1.500 millones a lo largo de toda la carrera, lo que se traduciría en más de 20 millones de euros de valor publicitario.

España es ahora una potencia mundial en ciclismo, con Contador, Valverde, Purito, Landa, Nieve, Rojas, León…y tantos otros. Pero, tras unos años en los que este deporte se vio golpeado por numerosos casos de dopaje, unido a la tremenda crisis económica, el número de equipos profesionales se ha reducido mucho (en el Tour sólo estuvo el Movistar; en la Vuelta le ha acompañado el Caja Rural). Casi todos nuestros mejores corredores corren para marcas extranjeras.

Si, como vemos, el ciclismo es rentable ¿cuándo aparecerán más marcas españolas dispuestas a patrocinarlo?

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