La AEA (Asociación Española de Anunciantes) cumple este año sus primeros 50 y lo está celebrando por todo lo alto. El pasado jueves celebró su fiesta, que clausuró nada menos que un ministro, el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. En ese acto se presentaron un vídeo y dos libros.
El vídeo hace un recorrido no sólo por la historia de la propia asociación, sino también por la de la publicidad a lo largo de esos años. Uno de sus presidentes, José Casals, resume en una frase el papel de la AEA a lo largo de estos años: No se ha adaptado al cambio; lo ha liderado.
Uno de los libros es Nuevo Observatorio de la Publicidad: La Comunicación Comercial en cambio permanente, elaborado por un equipo de especialistas dirigido por el catedrático de la Universidad Complutense Juan Benavides. En él se analiza la comunicación comercial, un concepto más amplio que la publicidad pero que la engloba, desde diversos aspectos. Su aportación al PIB supera el 1%; genera más de 110.000 empleos directos (más de la mitad de ellos femeninos) y, sobre todo, contribuye de una forma clave al crecimiento de las empresas.
El otro libro, Una historia de la Publicidad y el Consumo en España, escrito por el periodista y profesor Fernando Montañés, con la colaboración de la también periodista Maite Sáez, hace un recorrido por la historia de España desde comienzos del siglo pasado desde el punto de vista del consumo.
Partiendo de una sociedad que superaba por poco el nivel de subsistencia, en la que más del 50% de los presupuestos familiares se dedicaba a alimentación, puede seguirse la introducción de los electrodomésticos, o los detergentes, el surgimiento del mercado del automóvil (desde unos inicios en que SEAT, el único fabricante nacional, alardeaba de poder producir 10 vehículos al día, hasta el auge de la pasada década en la que numerosas marcas competían por su porción de un mercado de más de millón y medio de vehículos), la liberalización de la energía o las telecomunicaciones y el lanzamiento y triunfo de la telefonía móvil (el primer ladrillo, de poco más de un kilo de peso se vendía por un precio superior a las cien mil pesetas de hace algo más de veinte años).
La llegada de las marcas y las agencias multinacionales o los éxitos de la publicidad española en los ochenta, los cambios en la vida y en las costumbres, el nuevo papel de la mujer desde su puesto inicial en el hogar, la llegada del SIDA y de la sexualidad segura, los cambios en los tipos de familia…todos los cambios sociales se han visto reflejados, y en muchos casos impulsados, por la publicidad
Nuestra sociedad, la sociedad de consumo en la que vivimos, se lo debe todo a la publicidad, que da a conocer los nuevos hábitos y productos y les ayuda a difundirse en el mercado.