Mis lecturas de enero de 2023

En enero sólo terminé tres libros.

Pienso que fue un mes marcado por las emociones, pero la fiesta que me hicieron y que, seguramente me impidió leer durante unos días, fue muy al final del mes, el día 24, o sea que no pudo ser lo que me impidiera leer más; probablemente aún no me encontraba en plena forma. En los primeros días del año terminé Tiene que ser aquí, de Maggie O’Farrell. Era mi tercer libro de esta autora irlandesa y me gustó tanto como los otros dos. Son historias muy diferentes entre sí, ambientadas en épocas muy diferentes y con tratamientos y tramas que no tienen nada que ver unos con otros, pero todas interesantes y de agradable lectura.

Tiene que ser aquí, de Maggie O’Farrell. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

En esta ocasión se trata de una pareja atípica (ella una estrella de cine que se oculta en un lugar apartado de la vida de fama que llevó anteriormente; él un lingüista americano que dejó atrás, en otro continente,  a su pareja y sus hijos). Una noticia inesperada sobre una mujer con la que tuvo contacto veinte años antes cambia radicalmente la vida del hombre y, con ello, de la pareja. Es mucho más que una historia de amor. Muy interesante y actual.

Piensa claro fue mi ración de no ficción terminada durante el mes de enero. Seguía a Kiko Llaneras desde hace ya varios años, cuando empezó a publicar sus previsiones de resultados electorales (en España y en Estados Unidos) ponderando todas las previsiones publicadas por los diferentes institutos de investigación. Era una técnica que utilizaba en Estados Unidos Nate Silver, con notable éxito, aunque también con algún error aparente pero llamativo.

Piensa claro, de Kiko Llaneras. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia).

Hace ya unos diez años asistí a una charla de Nate Silver en la que presentó el libro La señal y el ruido, en el que, entre otros muchos temas, explicaba cómo hacía ese tipo de estimaciones. Siempre pensé que me habría gustado traer a España esa metodología. Cuando vi que Kiko Llaneras lo empezaba a hacer aquí se ganó mi admiración y se convirtió para mí en el Nate Silver español. Le sigo desde entonces. Su análisis de los datos y la evolución del Covid 19 también fue admirable. Estuve suscrito a su newsletter hasta que hubo que estar suscrito a El País para poder leerla. Una pena.

Cuanvi que presentaba este libro, además en Tipos infames, una librería que no está lejos de mi casa, fui para allí y tengo un ejemplar firmado por el autor.

El libro, Piensa claro, es muy interesante, especialmente para quienes hemos trabajado siempre analizando resultados de encuestas, o de datos basados en muestras representativas. Un libro imprescindible y muy estimulante. El autor lo subtitula como ocho reglas para descifrar el mundo y tener éxito en la era de los datos.

El libro se estructura en varios capítulos: La complejidad del mundo;  Los números; Los estudios con muestras; La atribución de las causas; El peso del azar; Las predicciones en incertidumbre; Los dilemas… y nos da las ocho reglas (cada una con sus patrones para pensar mejor): 1. Acepta la complejidad del mundo; 2. Piensa en números; 3. Protege tus muestras de sesgos; 4. Asume que atribuir causas es difícil; 5. No desprecies el azar; 6. Predice sin negar la incertidumbre; 7. Admite los dilemas y 8. Desconfía de tu intuición.

Un libro muy interesante, que me encantó y que recomiendo sin dudar.

Número dos, de David Foenkinos. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia).

Ya he comentado antes que en el último tramo del mes me dominaron las emociones y no dediqué mucho tiempo a la lectura. Veo que el último libro que terminé lo hice el día 18. Número dos, del francés David Foenkinos, es una novela inspirada (al menos eso se cuenta en la contraportada) en el caso de Martin Hil, el chico que quedó finalista en el casting para la película Harry Potter. No imaginaba cómo ese hecho iba a cambiar su vida, cuánto ni durante cuánto tiempo (la película sólo fue la primera de una larga saga que se fue prolongando a lo largo de los años).

Aunque el autor es francés, la obra oscila entre el humor inglés del principio y la casi tragedia de una gran parte del libro, para llegar a un final sorprendente y bastante feliz

Una novela interesante y entretenida, a ratos de humor y a ratos trágica. Muy interesante. Me gustó; es fácil de leer y engancha.

 

 

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