En junio terminé cuatro libros; todos novelas.
Vinimos unos días a la playa; seguramente el tiempo dedicado a los viajes y los paseos hizo que leyera algo menos que en los meses anteriores. Pero fueron unos días estupendos, con muy buen tiempo, sin aglomeraciones y en buena compañía.
El primer libro que terminé fue Un amor, de Sara Mesa. Tenía ganas de leer algo de esta autora, que se llama igual que una compañera de mi hija es sus primeros años de colegio (y que tiene una edad muy similar).
La historia está bien escrita y se lee bien, aunque es bastante desconcertante y, en mi opinión, se queda incompleta. Una joven llega a un pueblo castellano muy poco poblado y entra en una extraña relación, que se va complicando a lo largo del libro. Esperaba algo más.
Me gustó más Las gratitudes, de Delphine de Vigan. Descubrí a esta autora francesa hace ya algunos años, allá por 2015, cuando mis hijos me regalaron Nada se opone a la noche, por recomendación de sus vecinos, los libreros de La Modesta.
Esta es la tercera novela que leo de esta autora. Todas muy diferentes; y todas me han gustado.
Las gratitudes es una novela breve, bella y triste, con toques de humor. Trata del deterioro en la vejez (un tema que cada vez tenemos más próximo), la generosidad de quienes ayudan y la necesidad de agradecer a tiempo. Me gustó y me emocionó. La recomiendo.
Una de la protagonistas de El deseo de los accidentes, de Rafael Caunedo, es policía, pero no se trata de una novela policiaca, es una novela psicológica, con algunos tintes negros. Es una novela muy entretenida, que se lee muy bien y que hace pensar.
Rafa Caunedo es el marido de Ana Castro, una persona muy cercana (trabajábamos en despachos contiguos cuando fue mi compañera de trabajo hace ya unos cuantos años) y que, ahora en la distancia, sigue siendo amiga. He seguido su obra desde el principio y he reseñado aquí varias de sus novelas: Plan B; Helmut; Se acabó o Lo que diga ella.
En esta ocasión ha sido editado por una empresa grande, Destino, del grupo Planeta, y ha tenido un lanzamiento importante, que espero le esté ayudando a llegar a más público del que consiguió en ocasiones anteriores.
Terminé el mes con una nueva entrega, la segunda, de la saga Dos amigas, de Elena Ferrante. En esta ocasión Un mal nombre, la segunda parte. Elena Greco, la protagonista, abandona Nápoles, para estudiar en el norte de Italia, donde emprende una nueva vida, aunque nunca rompe su compleja relación con Lila, su amiga del alma, que en mucha ocasiones piensa que está dirigiendo y condicionando su vida en la distancia. Dos vidas muy diferentes, que en la distancia no dejan de estar siempre muy próximas.
Las vidas de Lenú y Lila, a pesar de ser divergentes en casi todo, son paralelas en muchos sentidos.
Siempre con el Nápoles marginal de los años sesenta y las relacionaes semimafiosas de algunos de los protagonistas como telón de fondo.
¿Te han interesado alguno de estos libros? Si te apetece leerlos o si quieres comentar algo, ya sabes que aqyuí siempre son bienvenidos los comentarios.