Empecé noviembre con dificultades. El marcapasos que me acababan de poner dio algunos problemas y pasé en buen número de horas en las urgencias de Puerta de Hierro. Aun así, o no sé si por eso, pude terminar unos cuantos libros.
He leído casi toda la obra de Pérez Reverte. Un autor tan prolífico tiene que ser irregular a la fuerza. Sus cambios de tema, e incluso de estilo, son habituales. Nunca deja de sorprender. El problema final supone un giro más en esa carrera.En esta ocasión construye una novela policíaca al estilo de su tocayo Conan Doyle. Un buena novela de detectives, sin detectives, con una fuerte dosis de erudición: los conocimientos literarios y cinematográficos del autor parecen infinitos.
En una pequeña isla frente a Corfú y las costas de Albania, unos turistas quedan encerrados en un hotel durante una tempestad, lejos de cualquier otra persona o posibilidad de ayuda o de contacto con el exterior; un clásico, vamos. Entre los turistas se encuentra el narrador, un actor que representó el papel de Sherlock Homes en un buen número de películas ya antiguas. Aparece un cadáver y empieza la trama, con unos personajes con caracteres muy marcados. Una novela bien narrada y con un final sorprendente, como corresponde. Y con su puntito de tomadura de pelo que tienen todas las novelas policíacas.
Terminé Audiencias y medios digitales: más allá del dato, un libro coordinado por Marta Perlado, María Bergaz y Natalia Papí. Editado por Tirant Humanidades constituye un panorama muy completo del mundo digital y su medición, con un interesante conjunto de autores, mezcla académica y profesional. Tanto entre los profesionales como entre los académicos encontré un buen número de amigos entre los autores. Seguro que lo habría leído de todos modos, pero en este caso me sentí obligado porque me invitaron a moderar la presentación del libro en la Universidad Nebrija. Ya le dediqué un artículo en este blog allá por el mes de noviembre, cuando acababa de leerlo. Se puede ver aquí. También escribí sobre mi participación en la presentación, enlazado aquí.
101 maneras de leer, de Timothée de Fombelle con ilustraciones de Benjamin Chaud, no es precisamente una lectura. Es un libro para deleitarse viendo los dibujos y tomando ideas sobre cómo leer; a veces en posturas imposibles, a veces en situaciones complicadas. Un buen regalo para un lector compulsivo como yo, que también aprovechó mi nieto, incluso practicando posturas nuevas.
En los últimos tiempos Maggie O’Farrell se ha convertido en una de mis escritoras favoritas.Ya he leído una cuantas de sus obras. En esta ocasión fue El retrato de casada, una pequeña joya y también una tragedia. En esta ocasión vuelve a ocuparse de temas históricos o al menos ambientados hace algunos siglos. Lucrezia, hija del gran duque de Florencia, una pequeña artista que pinta muy bien, es entregada en matrimonio a Alfonso, duque de Ferrara. La niña no acaba de entender la situación. La autora retrata muy bien al personaje encantador que es la pequeña duquesa, pero también al oscuro y voluble personaje que es su marido. Una nueva maravilla de O’Farrell, muy bien escrita.
Terminé el mes con dos lecturas un tanto peculiares.
Cuentos orientales, de Marguerite Yourcenar, fue un regalo de mi sobrina Mariángeles en una visita que hicimos a Ciudad Real. Mariángeles es una de las pocas lectoras de ficción de la familia y siempre me gusta compartir con ella conversaciones sobre los libros que vamos leyendo. En esta ocasión fue para mí un reencuentro con Marguerite Yourcenar después de mucho tiempo. El libro es una recopilación, un tanto heterogénea, de cuentos inspirados en leyendas de Asía Oriental, los Balcanes e incluso Grecia. Un concepto muy amplio de lo que es oriental.
Desde hace unos meses participo en los Grupos de Escritura que coordina mi hija Usúe. Son grupos muy estimulantes en los que los miembros nos vamos animando y empujando, cada uno en la dirección que ha elegido. Yo siempre he escrito (artículos, este blog, algunos relatos,…) pero me gustaría hacer algo más. La idea inicial es un conjunto de relatos, pero por el camino se ha cruzado la idea de realizar, con un amigo, una revisión de algunos aspectos interesantes de la profesión. Estoy seguro de que con el apoyo del grupo saldrán las dos cosas. De hecho alguna de las participantes ya ha completado un libro.
Uno de los libros de apoyo que hemos utilizado es El camino de la escritura, de Julia Cameron, que lleva por subtítulo Herramientas creativas para el arte de escribir. Un libro muy estimulante, que había empezado en meses anteriores pero que terminé en noviembre. Si en algún momento te has planteado que te gustaría escribir, aunque sea tu diario, o un libro de ficción o incluso algo relacionado con tu profesión, o si ya lo estás haciendo y crees que un apoyo externo te puede ayudar a no quedarte por el camino, te recomiendo que te apuntes a uno de los grupos de Usúe. Cada pocos meses empieza alguno nuevo.
Gracias Eduardo por mencionarme en tu blog. Siempre consulto tus lecturas mensuales para descubrir libros interesantes. Además tengo que decirte que me gusta la forma que tienes de describir la reseña o sinopsis del libro. Dan ganas de leerlos todos. Gracias. Un saludo.
Muchas gracias a ti, María Ángeles. Siempre me gusta hablar contigo y más aún sobre este tema.