Mis lecturas de octubre de 2021

En la última parte del año bajé bastante mi ritmo de lectura. A primeros de octubre volvimos a Madrid; algunas consultas médicas tuvieron la culpa. Y los cambios de rutinas que trajo el cambio de ubicación llevaron a menos tiempo para leer.

Aun así me dio tiempo a terminar cuatro nuevos títulos.

Empecé con Escríbeme una foto, de David Torrejón, de quien ya hablé en un artículo anterior. David es amigo y compañero en la profesión; en los últimos años hemos compartido muchas reuniones en la Academia de la Publicidad.

Ecríbeme una foto es una novela muy entretenida e interesante. Un profesor plantea, como trabajo de fin de su curso de escritura, redactar un relato a partir de una foto que entrega a sus alumnos. Eso da lugar a una novela que es a la vez un libro de relatos, con un final sorprendente. Una antigua foto  conduce a una serie de relatos y una historia en la que se van entremezclando realidad y ficción. La disfruté mucho.

También me recordó una historia personal: cuando David publicó este libro, hace ya algunos años, mi hija Usúe y yo estábamos jugando a algo parecido (eso sí, con un resultado muy diferente): Cada uno le enviaba al otro una foto y a partir de ahí escribíamos un relato. Eso dio lugar a un libro de unos 30 relatos,al que llamamos Recuentos (que sólo leímos nosotros dos). Había algunos que estaban bastante bien.

Continué con Aviones sobrevolando un monstruo, de Daniel Saldaña París. Me llamaron la atención el título y la portada cuando estaba haciendo mi compra de los libros que me iba a llevar para el verano. Se trata de un libro de relatos con cierto tinte autobiográfico, con México, Madrid y Montreal como paisajes de fondo. De hecho el monstruo que sobrevuelan los aviones del título es México capital (creo que ya no la llaman DF, como cuando yo estuve); algún otro relato se desarrolla en Cuernavaca, otra ciudad de esa inmensa nación. Aunque alguno de los relatos me gustó, otros, como el que se desarrolla en Madrid, me desagradaron. El libro en su conjunto no cumplió mis expectativas.

La nieta del señor Linh, de Philippe Claudel, es otra recomendación del grupo Lectores, del que ya he hablado aquí en otras ocasiones. Se trata de una novela corta por su duración, pero muy intensa y de gran belleza.

La dureza del exilio y la soledad tras la guerra, en toda su crudeza, junto a la fuerza de la amistad que surge entre dos desconocidos, pese a la dificultad que tienen para entenderse, aislado cada uno en su propio idioma.

Una joya para leer despacio y hacer que dure un poco más.

Terminé el mes con El italiano, de Arturo Pérez Reverte. He leído casi todo lo que ha publicado este autor, con resultados desiguales. En las últimas obras me daba la impresión de que podía estar perdiendo el pulso, algo muy importante cuando se trata de novelas de aventuras. Línea de fuego se me hizo larga, premiosa, reiterativa.

El italiano es todo lo contrario: Una novela de aventuras de estilo clásico, para mi gusto una de las mejores de Reverte. Muy bien escrita y documentada, con personajes muy sólidos, fuertes y bien definidos en un momento crucial de la historia reciente. Una historia de amor como centro del relato, en el Gibraltar de principios de los cuarenta, en plena segunda guerra mundial, con espionaje, intrigas, acción, heroísmo…Muy entretenida y de lectura agradable.