Hoy hace ocho años que escribí mi primer post en este blog.
Cuando el blog cumplió dos años dije que al empezar no esperaba que llegara a cumplir dos años.
Cuando cumplió cuatro años escribí estoy casi seguro de que no llegaré a cumplir cuatro años más. Está claro que soy un desastre haciendo previsiones. Aquí sigo. Y no voy a hablar de lo que pueda pasar dentro de otros ocho años cuando ya seré un viejecito, espero, entrañable.
En estos años han pasado muchas cosas, en lo personal, en lo familiar y en lo profesional.
En lo personal, pronto hará dos años de mi pérdida temporal de memoria, lo que me llevó a cambiar algo mi régimen de vida y a caminar mucho. Para mucha gente me he convertido en el paseante por Madrid que publica fotos en Twitter (y que, en general, ven en Facebook).
En lo familiar pronto hará cuatro años de la muerte de mi madre y la boda (una semana después) de Usúe, mi hija. Hace algo más de dos años que llegó Unax, mi nieto y una de mis mayores alegrías.
En lo profesional mi empresa ha vivido años complicados. Por la crisis y por otras causas. Yo me he ido apartando de la segunda linea, en la que ya estaba hace tiempo. La suerte es que siempre he tenido un gran equipo y que Mapi, cuando tuvo que coger las riendas, lo hizo, lo hace siempre, muy bien. Pero sigo participando en la definición de nuevas investigaciones y en su primer análisis. Me sigo haciendo la ijusión de que aporto algo. Ahora empiezo una nueva etapa, con algo menos dedicación y, espero, más tiempo libre.
A lo mejor este blog lo nota para bien. Ya el año pasado ha revivido un poco y he sido algo más constante que en los anteriores. No he hecho muchos propósitos de nuevo año, o de nueva etapa. Me queda tiempo para ello. Espero.
Hola, Eduardo.
Con las Navidades de por medio, todavía no había tenido tiempo de comentar.
¡Enhorabuena por este octavo aniversario! Parece que fue ayer cuando empezaste… y ya van 8 añazos.
¡Te deseo lo mejor para este 2016 y, en general, tanto en lo personal, como en lo laboral Larga vida a este blog.
Un fuerte abrazo,
Juanma