Siempre hablamos de la BBC como modelo. Quizá haya que hablar de la BBC de hace unos años, pero incluso la de ahora nos sirve.
Queremos una RTVE de todos y para todos. Hay que buscar con lupa a lo largo de su historia para encontrar algún periodo en el que RTVE se haya parecido a eso. Se habla de la apertura que supuso el corto periodo de Fernando Castedo en tiempos de UCD; seguro que lo fue, sobre todo por comparación con lo anterior. También de algún momento durante la presidencia de Rodríguez Zapatero, tras el informe del Comité de Expertos que presidió Emilio Lledó. Son momentos fugaces pero buenos intentos en cualquier caso.
Lo que hemos visto durante estos últimos años de presidencia de José Antonio Sánchez ha sido vergonzoso. Bastaba ver las tertulias, tan habituales, en las que todos los componentes se situaban ideológicamente en el PP o a su derecha. Por no hablar de los telediarios convertidos permanentemente en páginas de sucesos.
En los últimos meses, cuando se vislumbraba el final de la era Sánchez (la fecha de caducidad era el pasado 22 de junio), los (y sobre todo las) profesionales de RTVE pusieron en marcha el movimiento de los viernes negros (ayer se celebró el décimo) para reivindicar una RTVE de todos y para todos. Parecía que se abría una ventana a la esperanza.
Pero los políticos parecen no entender nada. Primero fueron el PP y Ciudadanos acordando por separado el concurso para la renovación de la cúpula de RTVE (¡el 19 de junio! tres días antes del último de JAS en la presidencia de la Corporación y con el PSOE en el Gobierno, cuando no habían sido capaces de llegar a acuerdos durante el largo periodo en que gobernaba el PP).
Pero todo se puede empeorar: el aparente acuerdo entre el PSOE y Podemos para que este último partido decida el nombre del nuevo Presidente (aunque sea provisional) y la consiguiente subasta de nombres empieza a convertirse en algo patético. Y se lo pone muy difícil a quien finalmente sea elegido. ¿Quién se va a creer que no es un hombre de partido?
No parece tan difícil: se necesita encontrar a una persona comprometida con la empresa que va a dirigir y con la sociedad a la que se dirige, que tenga conocimientos y experiencia en los medios (Televisión, Radio e Internet) que va a dirigir y que sea capaz de actuar con independencia e imparcialidad. Además tendrá que ser capaz de negociar una forma de financiación sostenible (¿con vuelta de alguna forma de publicidad?) que haga viable a la empresa y ayude a su independencia del Gobierno. ¡Bueno, a lo mejor si es un poco difícil! pero seguro que existe.
Tomo prestados de un tuit de Carlos del Amor, un gran profesional al que admiro desde hace muchos años, los requisitos que debería cumplir la persona que se elija para la presidencia:
Señorías,si tienen problemas para encontrar presidente/a de RTVE aquí unas sugerencias: -Que sea independiente
-Que ILUSIONE
-Con muuuuuchas ganas
-Imaginativ@
-Que tenga la tele, radio y web en la cabeza.
Mejorar lo de los últimos años es muy facil, no hay que conformarse con eso.
No es fácil. Ya sabemos cómo no hay que hacerlo. Sólo falta esperar que alguien tenga la suficiente lucidez para encontrar una solución que todos, la sociedad, podamos aceptar.
Señores políticos: Así no.