Hace unos días se presentó el número 100 de la revista Telos.
Que una revista que reflexiona sobre la comunicación y la influencia de la tecnología en la sociedad llegue al número 100, o que cumpla 30 años no es algo muy habitual. Hay muy pocos casos en el mundo; creo que ninguno en castellano.
Telos nació a mediados de los ochenta, de la mano de Fundesco, la Fundación para el Desarrollo de la Función Social de las Comunicaciones, que financiaba casi en su totalidad Telefónica. Tras algunas vicisitudes acabó en el ámbito de la Fundación Telefónica. Precisamente en su Espacio de la calle Fuencarral de Madrid se celebró el acto de presentación de este número extraordinario.
Desde el primer momento la revista fue creciendo de la mano del Profesor Enrique Bustamante. Sin su cuidado y dedicación, este hito que ahora se cumple habría sido casi imposible.
La revista ha vivido y analizado todos los cambios que la tecnología ha traído a nuestra sociedad en sus diversos aspectos: la digitalización, la emergencia y posterior efervescencia del móvil, la tecnología 3D, la realidad virtual, el big data, las smart cities, los cambios en la educación,…
El profesor Bustamante ha confiado en mí en diversas ocasiones, desde mis primeras colaboraciones a finales de los ochenta con artículos que trataban temas relacionados con la Radio, la Televisión o los estudios de audiencia, hasta los más recientes en que he tenido el honor de coordinar, junto con Julián Bravo, dos cuadernos centrales sobre publicidad analizando los tremendos cambios que en estos últimos años ha experimentado el sector, muchos de ellos impulsados por las innovaciones tecnológicas.
En la presentación pudimos disfrutar de una charla con las reflexiones del filósofo Daniel Innerarity, catedrático en la Universidad del País Vasco y de dos mesas redondas, una sobre los aspectos más generales (tecnológicos, económicos, sociológicos) y otra más específica sobre temas de Comunicación. Todo el acto de presentación se puede ver en este vídeo. Se lo recomiendo; merece mucho la pena.