Siete casas en Francia

Es la última novela de Bernardo Atxaga.

En esta ocasión se aleja de su habitual entorno vasco o del tono onírico de las primeras novelas para adentrarse en el ambiente cuartelero y colonial del Congo Belga de principios del siglo XX. Son los tiempos del imperio del rey Leopoldo.

Es una novela entretenida, que se deja leer, pero me temo que no es una de esas grandes novelas que uno recuerda al cabo de los años.

Los personajes están construidos con fuerza y muy definidos, pero no terminan de convencer.

Ha sido mi cuarta lectura de un verano tranquilo en el que los libros están ocupando una parte sustancial de mi tiempo.

La bici, la playa y en algún momento los barcos de los amigos han completado mi panorama en un descanso que ya casi toca a su fin.

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