El 2020 fue un año perdido para muchas cosas, pero también fue un año en el que no dejaron de ocurrir acontecimientos de los que ahora se cumple el aniversario.
La pandemia lo trastocó todo de una manera que nunca habíamos imaginado.
Mantener a un país prácticamente paralizado durante un largo periodo de tiempo tiene unas consecuencias graves, especialmente si con ello no se consigue el efecto que se esperaba: paralizar la transmisión del virus.
En España se han sucedido medidas duras pero insuficientes a lo largo de más de un año. No se ha detenido la pandemia pero sí se ha perjudicado seriamente a la economía, especialmente afectada por el fuerte peso que tienen en nuestro país los sectores de ocio y turismo.
El PIB registró su mayor caída histórica: un 10,8%; la inversión publicitaria cayó cerca de un 18%, una cifra que fue muy superior para medios como Cine o Exterior, más afectados que otros por las medidas sanitarias.
Pero al final del año recibimos una gran noticia: varias vacunas habían sido desarrolladas, probadas y aprobadas para su uso. Nunca se había hecho de un modo tan rápido. La noticia es aún mejor si pensamos que en muy pocos meses miles de millones de dosis se han fabricado y distribuido.
La pandemia no ha sido aún derrotada, sólo en España siguen muriendo cientos de personas cada semana; en todo el mundo son muchos miles.
Pero ya sabemos que estamos en el buen camino: la mayoría de los grupos de mayor riesgo están ya vacunados con la pauta completa; en menos de medio año desde la puesta en marcha del proceso de vacunación tendremos a cerca de la mitad de la población inmunizada.
Esto hace que sean muy verosímiles las previsiones optimistas que se realizaron a finales del año pasado: si el plan de vacunación funcionaba tendríamos un primer trimestre malo (compara con el del año pasado que fue normal en su primer 75%); un segundo trimestre mejor que el del año pasado y un tercero y un cuarto casi comparables con los de 2019. La inversión publicitaria puede recuperar a lo largo del año unos dos tercios de lo perdido en 2020.
Las cifras de empleo son ahora las más altas de la historia, si se incluyen los protegidos por ERTEs. Eso quiere decir que, si se produce una adecuada salida de esos planes de protección del empleo podemos tener una fuerte recuperación de la economía, que nos lleve a cifras comparables a las de 2019 en los primeros meses de 2022.
Veremos. Pero parece que hay elementos para el optimismo.
(*) Este artículo se publicó en el número de junio de la revista IPMark, en su edición en papel.