Mis lecturas de noviembre de 2021

Noviembre volvió a ser un mes de pocas lecturas. O de terminar lecturas largas que venía combinando con otras en meses anteriores. O también, que los libros que leí eran bastante contundentes.

Este fue el caso (venía de meses anteriores y es largo) de La República, de Platón. Una vuelta a los clásicos. De vez en cuando me gusta leer algo de filosofía y creo que este es uno de los libros clave de nuestro pensamiento occidental. Había leído con anterioridad algunos diálogos más cortos del autor y conocía bastantes aspectos de este, (como el mito de la caverna, su tema más conocido) pero quizá los había idealizado. O me he hecho demasiado mayor. Se me acabó haciendo largo y pesado.

Recordaba los diálogos como algo más dinámico. En realidad los diálogos no son tales: Platón (Sócrates) hace una declaración y su interlocutor asiente sin ninguna duda; nunca aporta nada. Y visto desde el día de hoy, con mi mentalidad seguramente algo cuadriculada, me pareció un batiburrillo de ideas, muchas veces contradictorias entre sí.

El hecho de haber ido leyéndolo poco a poco, alternándolo con libros de otras temáticas, seguro que no ayuda.

En todo el mes sólo terminé un libro de ficción: Grand Hotel Europa, del holandés Ilja Leonard Pfeijffer. Es una novela reciente y muy actual, con el problema del turismo de masas como uno de sus argumentos.

El autor, que es también el narrador y protagonista de la obra, se recluye en un hotel de lujo en decadencia para escribir, y tratar de olvidar, sobre su ruptura amorosa. Además de la historia de amor, es una amplia reflexión sobre el turismo masivo, la decadencia de Europa, anclada en el pasado y arrollada por nuevos actores, como los omnipresentes chinos, o los emiratos árabes, que olvidan su pasado y forjan un futuro sin anclajes.

Me resultó curioso que cuando habla de la época triunfal de Europa se refiere al poco más de siglo y medio que empieza con la revolución industrial y olvida a los españoles y portugueses que dominaron los mares, y el mundo, durante los siglos XVI y XVII. Parece que sólo el Norte de Europa puede ser el centro del mundo.

A lo largo del libro se vive una especie de juego policiaco o de misterio con la historia del arte y las últimas obras de Caravaggio como argumento.

Un libro largo, muy interesante y ameno.

El otro libro que terminé, y fui leyendo poco a poco a lo largo de este mes y parte del anterior fue Los estudios de la audiencia, un libro coordinado por Natalia Quintas Froufe y Ana González Neira, dos profesoras de la Universidad de A Coruña que tuvieron la deferencia de contar conmigo para compartir su propio capítulo.

Es una visión casi exclusivamente académica de una actividad (a la que dediqué mi vida profesional) en la que las mayores inversiones en investigación se hacen desde el mercado. Es interesante y actual, incluso con visión de futuro. No profundizo más en el contenido de este libro porque ya lo hice en su momento aquí.

Aún hay otro libro que, aunque no terminé, dejé de leer en octubre: Sontag, Vida y obra, de Benjamin Moser. Se trata de una biografía de la escritora y activista Susan Sontag. Una vida muy interesante, como me estaba resultando el libro, pese a la, seguramente excesiva, insistencia en el carácter bisexual de la protagonista, casada varias veces, que terminó compartiendo su vida con la fotógrafa Annie Leibovitz, tras alguna otra relación homosexual.

Me ocurrió una cosa curiosa con el libro: tenía un cuadernillo  desordenado y le faltaba otro. Cuando fui a la librería a cambiarlo, resultó que ya está retirado  del mercado y no había un ejemplar de recambio. Me quedé a medias. Sólo en otra ocasión me había pasado algo similar. Fue con un libro de Ruiz Zafón y en esa ocasión no tuve ningún problema; en cuanto lo enseñé en la librería me dieron otro con la paginación correcta.