Noviembre fue, otra vez, un mal mes para mí. Seguramente el peor de todos. Octubre lo había empezado bien , aunque luego me hundiera y en la última parte de diciembre ya empecé a remontar, aceptando lo que me había pasado. Pero noviembre fue duro de principio a fin.
Aun así terminé tres libros.
El primero fue una novela corta, pero intensa y compleja: Segunda casa, de Rachel Cusk. La narradora posee una segunda casa cerca de la suya. Invita a un pintor al que admira a trasladarse a esa casa y todo cambia. La distancia entre el arte y la realidad: el artista no es en persona tal como ella se lo había imaginado. El trato con el pintor afecta a la autoestima de la protagonista; los conflictos provocados por la compleja personalidad del pintor y las reacciones de la narradora crean una trama compleja e interesante.
Parece ser que está inspirada en un caso real, vivido por el escritor D.H.Lawrence.
Mi siguiente lectura fue Invisible, de Eloy Moreno. Una novela que trata un tema muy actual (y de toda la vida, por otra parte: me traía recuerdos de mis tiempos del instituto), escrita de una forma interesante, con su parte de suspense. Cualquiera puede verse reflejado en el protagonista o, lo que es peor, en quienes le rodean.
Es un tema duro, tratado de una forma inteligente: varios narradores, interiorizaciones, un punto de intriga que no se resuelve hasta el final. Y nos hace pensar en el papel de cada uno de nosotros, en muchos casos testigos pasivos de maldades que no son inocentes.
Aunque el tema es duro, está contado de una manera fácil de leer, con capítulos muy cortos que van añadiendo pequeñas gotas de interés y de intriga.
He visto que el autor está teniendo un gran éxito, especialmente entre los jóvenes, y que tiene ya varios libros superventas.
El último libro que terminé en noviembre fue La librera de París, de Kerri Maher. se trata de una excelente novela histórica sobre la figura de Sylvia Beach, la librera americana que, desde Shakespeare and Company, una pequeña librería, se atrevió a editar Ulises, de James Joyce, censurada y prohibida en USA y mal vista en muchos países de Europa.
Retrata muy bien el ambiente de París, especialmente el que se vivía entre los estadounidenses desplazados a la ciudad temporal o permanentemente. Vivimos casi en primera persona todos los avatares que se le presentaron al autor irlandés durante su estancia en París con su familia, así como la traición hacia la editora que se lo había jugado todo a una carta, la suya. Y es también una gran historia personal y de una relación de pareja, con su amiga y competidora, con sus altibajos y sus complejidades. Muy interesante y entretenida.
Muchas gracias a Mercedes por su recomendación.