Marzo era mi primer mes de jubilado.
Sabía que iba a tener mucho tiempo para pensar. Pensar qué quería ser en el futuro, qué planes tendría para rellenar todas esas horas que me regalaba la vida, además de pasear, leer y estar con mi nieto, cosas que ya hacía antes.
Y la vida, en forma de virus, nos ha dado a todos mucho tiempo, quizá demasiado.
Cuando te jubilas hay que hacer una serie de gestiones, algunas más de las que yo me imaginaba. Entre idas y venidas llegué al día once. El doce, algo antes de la declaración del estado de alarma, nos encerramos. Y van pasando los días.
Nada será igual cuando el Covid 19 salga de nuestras vidas; seguro que el negocio publicitario y de los medios habrá cambiado radicalmente. Estoy seguro de que los directivos de las agencias y los de los medios estarán aprovechando estos días de parón para pensar cómo será ese futuro que nos espera después y no sólo en cómo vamos a terminar el mes y a cuánta gente podemos echar aprovechando el parón.
Pero de lo que no cabe ninguna duda es de que estos días, los del encierro, el consumo de medios está siendo muy diferente. Para alguien que ha dedicado toda su vida profesional a analizar este tipo de cosas, perderse este momento, o vivirlo alejado de los datos, es duro.
Los primeros días hubo muchas empresas que hicieron análisis de urgencia y los publicaron; yo intenté recopilarlos y escribí un artículo para mi blog. Seguro que, internamente hay mucha más información.
En ocasiones como ésta se comprende el valor que tiene un sistema de medición continuo y que aporta datos muy inmediatos. La audimetría de televisión nos ha permitido comprobar los fuertes incrementos de consumo que ha vivido este medio, pero ¿no habrá crecido también el consumo de radio? Seguro que sí. ¿Y el de internet? Sabemos que sí, pero tendremos que esperar para conocer los detalles. ¿Los diarios? Las revistas, que nos han permitido leer todos sus contenidos gratis casi desde el primer día, seguro que han crecido en internet…y muy probablemente en papel. Todos tenemos más tiempo. Los perjudicados, sin duda, los medios de fuera de casa: el cine y la publicidad exterior.
Pero no sabremos qué ha pasado en todos esos medios con la medición oficial del mercado: la parte del EGM que se hace con entrevistas presenciales no se va a poder realizar.
Tenemos tiempo para pensar: también para buscar una metodología de medición que se mantenga con vida en momentos excepcionales.
(*) Este artículo se ha publicado en la versión en papel de la revista IPMark del mes de abril. Al ritmo que van las cosas en estos días sin tiempo, se podrían decir ya muchas más cosas. Pero creo que este contenido mantiene su validez.
Unas semanas después de escribirlo, organicé el Foro Vigía, para pensar, con otros profesionales, cómo será el futuro de los medios y de la publicidad cuando alcancemos la nueva normalidad. Pronto hablaré de esto por aquí.