A mediados de septiembre se publicó una de esas noticias que suelen pasar desapercibidas para la mayor parte del público, incluso del especializado, pero que creo que tiene una gran importancia.
Por primera vez una campaña institucional, la de la AEAT, será certificada mediante la tecnología blockchain, lo que asegura la trazabilidad de cada una de las impresiones que constituyen la campaña.
Para cada impresión se podrá certificar que se entregó y el nivel de visualización alcanzado. Todo un salto adelante respecto a la medición tradicional de las campañas digitales.
Decía el filósofo francés Paul Virilio que cada tecnología llega con sus accidentes; ponía el ejemplo de la locomotora y los descarrilamientos. Internet, lo digital en general, supone un gran avance en todos los campos, también en el de la publicidad, pero llegó con sus propios accidentes, entre ellos el fraude, las granjas de bots, los usuarios no humanos, las audiencias sintéticas…

En estos momentos, el fraude en las campañas digitales alcanza un volumen muy importante. Cualquier medida que se tome para reducirlo debería ser bienvenida por todos los actores honrados del mercado, que son la inmensa mayoría.
La noticia será aún mucho mejor cuando otras campañas públicas le sigan por el camino ahora emprendido y cuando los anunciantes privados, empezando por los grandes, los que se juegan más dinero con sus campañas, les imiten.
Puede que esta campaña sea un punto de inflexión hacia un panorama español en el que el fraude pase a ser algo residual en el mercado digital. Siempre hay un primer paso, y cuando este se da en la buena dirección, lo deseable es que a ese paso sigan otros muchos más.
¡Enhorabuena a la AEAT, Mediaplus, Adwatch y el resto de los actores implicados! Habéis marcado un hito en la publicidad española.
(*): Este es el artículo que escribí para mi columna mensual en la revista IPMark; en este caso para el número de octubre.