Hace ya unos cuantos años escribí un artículo denunciando la excesiva coincidencia de eventos que se producía en nuestro sector.
Me dicen mis excompañeros que siguen en activo que ahora se maneja mucho menos dinero y por eso hay muchos menos eventos.
Pero eso no se cumplió el pasado 25 de abril.
Este año no me invitaron a la Asamblea de la AEA que se celebró ese día por la mañana. Me pasa con muchos actos desde que estoy jubilado. Me dio pena: era la despedida de Lidia Sanz, su Directora General y la incorporación oficial de Silvia Bajo, que le sustituirá en su puesto a partir de ahora. Me habría gustado acompañarles en ese momento tan emotivo. Son dos personas con las que me he llevado bien a lo largo de mi carrera.
A primera hora de la tarde asistí a la Asamblea de la Academia de la Publicidad. Soy miembro de la Academia desde su fundación; incluso he formado parte de su Junta Directiva a lo largo de varios años, hasta con tres presidentes diferentes. No sé si por la coincidencia en fecha con los otros actos, pero fuimos pocos los asistentes. Tampoco somos muchos los socios. Y es una pena. La labor de la Academia es encomiable y creo que se merecería una mayor atención por parte del sector. Parece que a raíz del último cambio de Junta se produjeron algunas bajas. Me apena que algún tipo de personalismos o de piques personales, que no son raros en el sector, pueda estar perjudicando a una entidad a la que deberíamos pertenecer todos los que amamos esta profesión. El recuerdo de Julián Bravo, su fundador, y la labor que se viene realizando, se merecen mucho más que eso. Un año más tendremos nombramientos de Académicos de Honor, poco a poco se va construyendo la Biblioteca de la Academia, se ha llegado a acuerdos con universidades,…Y con más asociados, con más recursos, se podrá hacer mucho más.
Al salir de ese acto acudí a otra asamblea, en este caso la de I+A (Insights+Analytics) la asociación de empresas y profesionales de investigación, que resultó de la fusión de Aneimo (la de empresas) y AEDEMO (la de profesionales).
No todos los investigadores son publicitarios, aunque muchos trabajen directa o indirectamente pera el sector, pero es seguro que hay más publicitarios que investigadores. Sin embargo a esta última asamblea acudieron muchas más personas que a la de la Academia. Y, por supuesto, aún muchas más estuvieron en la fiesta de los investigadores que se celebró a continuación.
I+A se constituyó en un mal momento, poco antes de la pandemia, y ahora todavía tiene menos asociados de los que tenía AEDEMO en los últimos años, pero aun así da señales de una gran vitalidad, que le augura un futuro brillante. Cada vez son más las empresas asociadas y, sin duda, crecerá el número de profesionales.
Espero que también ocurra lo mismo en la Academia.
Y también que en otra ocasión no se acumulen todas las asambleas en un mismo día. Aunque sea uno tan simbólico como el 25 de abril, aniversario de la revolución de los claveles portuguesa y de la liberación de Italia del fascismo.