La medición de la audiencia audiovisual

La audiencia de Televisión se ha medido tradicionalmente (en España desde mediados de los años ochenta) mediante la utilización de un panel de audímetros instalados en una muestra representativa de los hogares. En estos momentos el tamaño de la muestra está muy cerca de los 5000 hogares y de las 12.000 personas.

El Tevimit fue el primer audímetro que se instaló en España, en 1986.

En los primeros años se medía exclusivamente la audiencia de la televisión vista en el momento de su emisión, de los residentes en el hogar principal correspondiente y en televisores de más de 14 pulgadas. En años recientes se ha ido perfeccionando el dato añadiendo la audiencia en diferido durante los siete días siguientes a la emisión y la audiencia de los invitados (personas que no residen permanentemente en el hogar).

El objetivo de una buena medición debería ser alcanzar la audiencia ATAWAD (en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier dispositivo, por sus siglas en inglés).

Se discute en estos momentos la inclusión de la audiencia en segundas residencias, técnicamente posible desde hace años pero que cuenta con la oposición de una parte del mercado, algo difícil de explicar.

La audiencia en dispositivos diferentes del televisor, que se prometió hace ya tres años tras el acuerdo alcanzado entre Kantar Media y ComScore, dos compañías participadas por el grupo WPP, parece aún lejana.

La televisión digital terrestre compite ahora (y si se hace caso de algunas opiniones pierde por goleada) con las nuevas opciones, unas opciones que no se miden de la misma forma y de las que, en muchos casos, sólo se conocen los datos publicados por las propias compañías. Una competencia desigual, y desleal, que no debería ser admitida por el mercado publicitario.

El mercado publicitario, que no atraviesa su mejor momento, debería exigir una medición imparcial y lo más ajustada posible (con la tecnología disponible) a la realidad medida, por parte de terceros para todos los medios que compiten por la inversión.

Si avanzamos con determinación hacia la convergencia entre Televisión e Internet y la competencia para captar inversión publicitaria en formato audiovisual se expandirá a lo largo de los dos medios no tiene sentido que se utilicen diferentes varas de medir para cada uno de los casos.

(*) Esta entrada es la quinta parte del artículo publicado en el Anuario de UTECA que conmemora el 20 cumpleaños de la asociación.

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