El próximo sábado es el Día Mundial de la Radio. Justo estos días Gorka Zumeta ha publicado un magnífico libro sobre el medio: La Radio. El acompañante silenciado.
Hace unos meses, Gorka, a quien ya considero un buen amigo, me pidió que analizara para este libro el envejecimiento del oyente de Radio. Lo que sigue es ese análisis:
El oyente de radio envejece poco a poco. Normal. Casi todo el mundo escucha la radio y la población española envejece poco a poco: aumenta la esperanza de vida y cada vez nacen menos niños.
¿Normal? Lo sería si la Radio estuviera envejeciendo al mismo ritmo que la población. Pero no es eso lo que ha ocurrido en los últimos veinte años.
Entre 2000 y 2020 la edad media del oyente de Radio aumentó 6,6 años (un año por cada tres transcurridos) mientras la población envejecía “sólo” 4,6 años. La edad media del oyente, que en 2000 estaba 2,6 años por debajo de la media de la población, ahora ya está a sólo seis décimas.
El envejecimiento de la Radio afecta a todas sus modalidades: la generalista ha aumentado en 6,6 años, pero la temática lo ha hecho aún más: nada menos que 9 años; en concreto la temática musical ha envejecido 10,3 años, más de un año por cada dos transcurridos.
¿Qué puede ocurrir en los próximos años?
Es difícil hacer una proyección de la evolución de las edades en los próximos años en un momento en el que la reciente pandemia lo ha cambiado todo, entre otras cosas ha reducido la esperanza de vida y la edad media de la población.
Si se mantuvieran los ritmos de envejecimiento de los últimos años la edad media de la población se habría situado en el entorno de los 52 años en 2030 y se acercaría a los 55 en 2040.
El oyente de Radio podría tener una edad media de 54 años en 2030 y de ¡60! en 2040.
El oyente de Radio generalista rondaría los 58 años de media en 2030 y superaría los 61 en 2040.
Y la temática musical se acercaría a los 48 en 2030 y superaría los 53 en 2040.
Pero estoy seguro de que no será así. Los directivos de la Radio tomarán medidas y adoptarán las políticas necesarias para evitar la desaparición de su audiencia. Es necesario incorporar oyentes jóvenes y para ello adaptar las programaciones a los gustos de las nuevas generaciones.
Hasta ahí el artículo que escribí para el libro de Gorka. La Radio vive eternamente en la cuerda floja del envejecimiento de sus oyentes. La edad de oro de la Radio la vivimos los de mi generación; incluso la de mis padres. Pero siempre sale adelante.
En 1988 tres amigos amantes de la Radio (Eduardo García Matilla, José María Torre Cervigón y yo mismo) escribimos en la revista Mensaje y Medios, que editaba RTVE, un artículo que titulábamos: Señales de alarma en la Radio española. El crack del 92. Recuerdo que la frase final era «todavía queda tiempo, cada vez menos tiempo«. No he encontrado el artículo en Internet, pero sí una cita que hacía Miguel Ángel Ortiz Sobrino en un artículo en la revista de la SEECI.
Ya entonces se detectaba un claro envejecimiento del oyente, sobre todo en las emisiones de radio convencional, que era la dominante en aquel momento.
Nada nuevo bajo el sol, pero la Radio aguanta el temporal. Y seguro que aguantará mucho tiempo más.