Mis lecturas de julio de 2021

Los primeros días de julio terminé un par de libros que venía leyendo desde hace tiempo. Nos íbamos a venir a la casa del Mar Menor y no tenía sentido traer libros de los que sólo me quedaban unas pocas páginas sin leer. En madrid aún leí otro. Luego, ya en la playa, leí un par de libros más, de buen tamaño. En total cinco lecturas, que voy a presentar aquí.

Un lector, de George Steiner (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Dediqué varios meses a leer, poco a poco, Un lector, de George Steiner. Es una recopilación de artículos muy interesantes publicados por este famoso intelectual británico, que a lo largo de su vida fue profundizando en diferentes temas: la crítica, la literatura, los clásicos, el marxismo, el mundo después de los crímenes nazis, el origen y evolución del habla y el lenguaje, las ciencias frente a las humanidades y muchos otros asuntos de mayor o menor interés, que en algunos casos se ven demasiado alejados en el tiempo, lo que les ha hecho perder atractivo. Pero el libro en su conjunto es muy interesante.

Me pareció curioso el tratamiento que hace de Anthony Blunt, el famosos crítico que resultó ser uno de los famosos cinco de Cambridge, que espiaron a favor de la Unión Soviética desde altos puestos de la administración británica; en el caso de Blunt como asesor artístico de la Reina y uno de los críticos de arte de mayor prestigio. También me interesó especialmenteel juego entre ciencias y humanidades y la visión pesimista de que ya será imposible que existan personas con una cultura profunda en los dos campos, ahora inabarcables.

El haiku de las palabras perdidas, de Andrés Pascual. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Todavía en Madrid leí El haiku de las palabras perdidas, de Andrés Pascual. No conocía el libro ni al autor, aunque trabaja en el Grupo Vocento, o sea que se ha movido en un mundo no muy lejano al mío. Me lo recomendó mi hermana Blanca, que finalmente me lo regaló.

Es una novela sentimental en la que se entrecruzan dos historias, dos amores entre japonesa y occidental, separados por los 65 años que transcurren entre la bomba de Nagasaki (que tiene un papel importante en las historias) y el terremoto que desató la catástrofe de Fukusima. Es una novela entretenida y amable, con su giro de intriga final, que me gustó leer.

Revolviendo entre libros desordenados (algo muy habitual en mi casa) encontré algunos en francés, de la época en que Usúe estuvo de Erasmus en Bruselas.

Le rocher de Tanios, de Amin Maalouf (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Cogí Le rocher de Tanios, de Amin Maalouf para tratar de poner al día mi francés, un tanto oxidado después de muchos años de escaso uso. Creo que formo parte de la última generación que estudió preferentemente francés como segunda lengua durante el bachillerato. Se me daba bien y alcancé un buen nivel (que no me ha servido de nada en mi vida profesional, pese a trabajar durante muchos años en un grupo francés, pero que usaba sólo el inglés como elemento de comunicación). Fue una experiencia interesante; entendía casi todo y la ventaja que tenemos ahora de llevar un diccionario (el móvil) en el bolsillo facilitaba mucho las cosas. La historia, plagada de intrigas del siglo XIX en el Oriente Próximo natal del autor es interesante y se lee muy bien (supongo que aún mucho mejor en el propio idioma). Maalouf dice que se inspira en un antepasado y que lo demás es impura ficción. Me gusta la fórmula.

Middlesex, de Jefrey Eugenides. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Mi primera lectura ya de plenas vacaciones (como si mi vida actual no fueran unas continuas vacaciones) fue Middlesex, de Jeffrey Eugenides, una recomendación del grupo de whatsapp Lectores del que ya he hablado antes. No conocía ni el libro ni el autor. Me pareció una grandísima novela y me sorprendió no haber sabido nada hasta ahora. La familia de emigrantes griegos (que huyen de los ataques turcos a principios del siglo XX) llega a Estados Unidos e inicia una nueva vida. Nadie sabe en su nuevo país que parten de una relación incestuosa, que se repetirá una generación después, con complicadas consecuencias para el protagonista.

Una extraordinaria novela que me perdí en su momento. Norteamérica, las tradiciones y leyendas griegas, los tabúes, el sexo en una combinación maravillosa, muy interesante y amena.

Buscaré ahora Las vírgenes suicidas, del mismo autor, de la que también me han hablado muy bien.

Sira, de María Dueñas (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Terminé el mes con Sira, la nueva novela de María Dueñas. Sira es la protagonista de su gran éxito El tiempo entre costuras, que incluso fue llevado a televisión en forma de serie.

Me gusta mucho cómo escribe María Dueñas, de la que, con este, ya he leído cuatro libros. Por muy inverosímil que parezca la historia (una costurera con escasos estudios se convierte en espía de los servicios secretos británicos, o en periodista del área internacional de la BBC, para volver a actuar como costurera y asesora de vestuario de la millonaria americana Barbara Hutton, que en algún momento pasó por ser la mujer más rica del mundo) esa historia está tan bien contada y los ambientes tan bien recreados, que la falta de verosimilitud no afecta a la calidad del libro. La reconstrucción del viaje de Evita Perón por la España del franquismo es muy interesante. Una lectura muy amena y por mi parte recomendable.

 

 

 

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