Mis lecturas de marzo de 2023

Marzo fue un mes repartido entre Madrid y Santiago de La Ribera, el pueblo del Mar Menor en el que disfruto del jardín y de mis paseos por la orilla del mar.

Como ocurre desde hace algún tiempo, las fechas de los viajes, tanto la de ida como la de vuelta, estuvieron muy condicionadas por las revisiones médicas. Justo ahora que puedo disfrutar de una Semana Santa de varias semanas o un verano de varios meses, la fecha de comienzo y la despedida siempre vienen condicionadas por alguna consulta o revisión. Ya me he acostumbrado.

Desde el punto de vista de mis lecturas fue un mes interesante: entre libros leídos en el mes y los que había empezado antes y terminé en marzo, fueron seis, muy diferentes entre sí.

Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

El primer libro que terminé fue una novela, un clásico de la ciencia ficción: Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, es una novela de ciencia ficción y extraterrestres, plena de fino humor y crítica social. No la leí en su momento, pero se mantiene muy viva. No se centra en los artilugios ni los avances técnicos, que sin duda se habrían visto superados por la rápida evolución de la realidad, sino en las relaciones entre los personajes, de diversas galaxias y sus diferentes roles.

Llevo unos años alejado de la ciencia ficción, pero este libro me gustó y lo disfruté.

Podría decir que mi siguiente libro fue un cambio radical respecto al anterior, pero no sería cierto del todo. Creo que ya he comentado por aquí que los libros de no ficción los voy alternando con mis lecturas de ficción.

Informe Anual de la Profesión Periodística 2022, de Luis Palacio para la Asociación de la Prensa de Madrid (FOTO de la portada: E. Madinaveitia)

El Informe Anual sobre la Profesión Periodística, que elabora mi amigo Luis Palacio, para la Asociación de la Prensa de Madrid, es ya un clásico que con esta de 2022 se va acercando hacia su vigésima edición. El libro toca diversos aspectos de la profesión, con artículos monográficos sobre diversos temas, pero muy especialmente analiza los resultados de la encuesta realizada entre más de 1300 profesionales, en la que también colabora otro amigo mío, Pedro Molina. Seguramente ellos no recuerdan que, hace ya muchos años, fui yo quien les puso en contacto. El Informe, y su evolución a lo largo de todos estos años, es una magnífica herramienta para conocer cómo ha ido cambiando la profesión en diversos aspectos, como su composición por géneros o por edades, el porcentaje de profesionales contratados o free lancers y muchos otros temas de interés.

Un informe muy completo sobre la situación de la profesión y los profesionales, la transición digital y la lucha contra la desinformación

Todo un regalo para quienes tenemos interés en conocer la evolución de una profesión determinante en el mantenimiento de la calidad de nuestra democracia.

Gran Panda y Pequeño Dragón, de James Norbury. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Un nuevo giro, de nuevo uno de esos libros que he ido leyendo poco a poco: Gran Panda y Pequeño Dragón, de James Norbury, es un libro que se puede leer en media hora, pero que se disfruta mucho más leyéndolo poco a poco y admirando sus sencillos dibujos. Me lo regaló mi hija, creo que por mi cumpleaños; se trata de un pequeño gran libro, de dibujos entrañables y frases breves que hacen pensar. Lo disfruté a pequeños sorbos. Los dos protagonistas emprenden un viaje, que el autor ilustra con sus dibujos y con frases breves e inspiradoras, como estas pequeñas perlas:

En el mapa no sale adonde se supone que debo ir, dijo Pequeño Dragón. Tu viaje no sale en ningún mapa, apuntó Gran Panda. Tienes que descubrir tu propio camino.

¿Qué es más importante, preguntó Gran Panda, el viaje o el destino? La compañía, contestó Pequeño Dragón.

Escuchar a los demás es una de las mejores cosas que puedes hacer por ellos.

Una verdadera delicia.

Con alguna de las frases me sentí muy identificado. Y todas me hicieron pensar.

Continué el mes con Un tal González, de Sergio del Molino. El autor consiguió una importante notoriedad con su ensayo sobre la España vacía, un concepto que ha tenido mucho éxito y una cierta repercusión en la actividad política: Teruel existe y otros fenómenos similares, que hasta esta semana parecía que podían ir a más, están relacionados con ese concepto. En esta ocasión el autor se embarca en una biografía novelada de Felipe González, muy documentada y, en realidad, poco novelada.

Un tal González, de Sergio del Molino. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

El autor tenía tres años en 1982, cuando González llegó al poder, y en su adolescencia y juventud vivió más las críticas y la decadencia política que los éxitos de un personaje que fue clave en la transformación de España durante más de una década.

El estilo, historia cercana, novelada y muy documentada, me recordaba al primer Cercas, especialmente al de Anatomía de un instante, sobre el 23-F.

Desde una posición inicialmente crítica, del Molino va evolucionando hacia una admiración casi ilimitada de su personaje.

Me resultó curioso e interesante revivir aquellos años que, los de mi generación, vivimos desde dentro y recordar la transformación que vivió nuestro país a lo largo de aquellos años.

Noches de luna rota, de Fulgencio Argüelles (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Noches de luna rota, es una novela de ambiente histórico de Fulgencio Argüelles: situada en un pueblo del norte de España, ya muy avanzada la posguerra, nos muestra la situación humana de los que se echaron al monte al terminar la Guerra Civil. Una gran novela de sentimientos y humanidad.

El libro me gustó mucho. Hace ya algunos años había leído otro del mismo autor, El palacio azul de los ingenieros belgas, que también me pareció muy interesante.

Me pregunto por qué Fulgencio Argüelles no es un escritor más conocido.

Como en tantas otras ocasiones que he citado por aquí, este libro es una recomendación del grupo de Lectores que formó hace ya un par de años mi amiga Rosa Margarit.

El caso Moro, de Leonardo Sciascia, tiene algo que ver con el libro de Del Molino: se trata de, casi, un reportaje sobre el secuestro y asesinato de Aldo Moro, Presidente de Democracia Cristiana, partido hegemónico en la Italia de la posguerra, justo pocos días después de haber formado el primer gobierno de coalición con el Partido Comunista.

El caso Moro, de Leonardo Sciascia. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Hacía muchos años que no leía un libro de Sciascia y este me sorprendió. No es una novela, aunque empieza con un formato (comparación con Pierre Menard, autor del Quijote, el famoso relato de Borges.

Cuando ya pasa a ser un reportaje se centra en los hechos y, sobre todo, en el análisis de la relación del Gobierno y de los partidos ante el secuestro de un personaje que había sido clave en la política italiana y que aún mantenía un peso importante.

Un libro muy interesante, que hace pensar sobre la política y la vida.

Salvando las distancias, que son enormes, me recordaba al caso español, tan presente 25 años después, del secuestro de Miguel Ángel Blanco. En nuestro caso no se trataba de un político relevante y el asesinato llegó muy rápidamente, al revés que el caso de Aldo Moro, pero las reacciones ante el chantaje fueron muy similares: importa más mantener las instituciones que salvar la vida de un hombre inocente.

Este es un resumen rápido y poco profundo de mi mes de marzo que, visto en la distancia, fue un mes interesante y muy variado.

 

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