Mis lecturas de mayo de 2021

Este año estoy leyendo mucho; bastante más que el año pasado, cuando el tiempo se detuvo y parecía que podríamos hacer cualquier cosa, pero también disminuyeron los ánimos. A cambio estoy escribiendo muy poco. Veo que hace ya mes y medio que no publico nada en el blog. Seguramente es el paréntesis más largo desde que empecé. Ni la salud ni las presiones me llegaron a parar tanto tiempo.

Vuelvo con una serie que dejé interrumpida a pricipios del verano, la de las reseñas de mis lecturas.

El primer libro que terminé de leer en mayo fue Mi amiga estupenda. Se trata del primer volumen de la saga Dos amigas, la obra cumbre de la enigmática Elena Ferrante. El libro me encantó y después he seguido poco a poco con el resto de la saga, que terminaré dentro de unos días.

La amiga estupenda, de Elena Ferrante. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

La narración describe las relaciones de Lenú (Elena Greco, la narradora) y Lila, o Lina Cerullo, dependiendo del ambiente, dos niñas muy inteligentes de un barrio pobre de Nápoles. Elena decide continuar sus estudios mientras Lina se casa muy joven con uno de los caciques del barrio. Dos trayectorias divergentes, que nunca se alejan del todo y que sirven para mostrar el Nápoles más sórdido, en el que la corrupción y el chantaje imponen su ley.

Llegué a esta saga por una recomendación en el grupo de whatsapp Lectores, que organizó y coordina Rosa Margarit y que no deja de proporcionar buenas sugerencias.

El método Ikigai, de Héctor García (Kirai) y Frnaces Miralles. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Unos días después terminé El método Ikigai, de Héctor García (Kirai) y Francesc Miralles, dos catalanes enamorados de Japón, de sus métodos y de sus costumbres. No soy muy partidario de métodos o sistemas para organizar mi vida, pero Usúe, mi hija, parece que ha detectado en mí esa deficiencia, o esa área de mejora, y me regala libros, que siempre devoro con interés. En este caso se trata de 35 herramientas para encontrar la razón para una vida larga y feliz. Algunas ya las practicaba, sin saberlo; con otras habrá que probar. De hecho me traje el libro como apoyo para mis vacaciones, pero no lo he vuelto a coger. Lo tengo pendiente, como tantas cosas.

El hijo del chófer, de Jordi Amat, no es una novela, sino un largo reportaje basado en hechos reales, pero se lee como una novela muy amena. Por el estilo de escritura lo comparé con algunos de los primeros libros de Cercas o con el Limonov de Emmanuelle Carrère.

El hijo del chófer, de Jordi Amat (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

El libro desarrolla la vida de Alfons Quintá, que fue el primer delegado de El País en Cataluña y también el primer director de TV3. Su padre fue chófer ocasional de Josep Pla y las relaciones que estableció entonces fueron decisivas en su vida; también lo fue el caso Banca Catalana y su relación con el pujolismo del 3%.

Un amigo mío, que fue su superior en los inicios de su trayectoria y le conocía bien, me lo definió como El psicópata.

Es un libro muy interesante, que deja muchos cabos sueltos, que podrían motivar una continuación.

El huerto de Emerson, de Luis Landero. (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

El huerto de Emerson era mi séptimo libro de Luis Landero, un escritor que me gusta mucho, aunque es algo irregular. En esta ocasión se trata de una mezcla de relatos y memoria, con algunas gotas de fantasía. Desde su Extremadura natal de los años 50, al Madrid de los 70 al que llega en plena juventud. Con referencias a la España imperial del Siglo de Oro y la literatura que ha marcado su vida.

Creo que no es su mejor libro, aunque se lee muy bien y da muchas ideas para esos lectores que no se deciden a dar el paso hacia la escritura. Las lecturas de una vida y los recuerdos pueden ser puntos de enganche para lo que uno quiera relatar.

Vi una recomendación que hacía Mario Tascón (o quizá Los del volcán, que viene a ser algo parecido) del Breve Atlas de los faros del fin del mundo, de González Macías. Me pareció interesante y lo busqué en los últimos días del año pasado. Mientras lo buscaba, sin éxito durante un tiempo, me sugirieron en La Casa del Libro otro sobre un tema similar: Faros del mundo, del que ya hablé aquí.

Breve Atlas de los faros del fin del mundo, de González Macías (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

Son dos libros muy diferentes aunque traten de lo mismo: los faros. Mientras el de Annamaria Lilla contiene numerosas fotografías bellísimas y en la mayor parte de los casos se centra en las vicisitudes de la construcción o sucesos relacionados con el faro en cuestión, el Breve Atlas contiene dibujos de los faros, también muy bellos, hechos prácticamente con regla y compás (o su equivalente digital) y  los textos son en su mayor parte relatos relacionados con cada faro.

Aunque hay alguna coincidencia, los catálogos de faros en los que se basan los dos libros son esencialmente diferentes.

El último libro que terminé en mayo fue Los chicos de la Nickel, de Colson Whitehead, un libro que consiguió un premio Pulitzer, el segundo para su autor.

Los chicos de la Nickel, de Colson Whitehead (FOTO de la portada: E.Madinaveitia)

La Nickel es un reformatorio en el que el protagonista es internado por error. Un chico negro, inteligente y con buen porvenir, un porvenir que cambia radicalmente tras su paso y su intento de fuga de la Nickel.

La tragedia de la segregación racial en Estados Unidos, en un tiempo tan próximo como los años sesenta, después de la muerte de Kennedy, cuando la segregación empezaba a dar pasos hacia atrás. La Nickel es un reformatorio de Florida en el que condenan al protagonista.

Es una novela muy interesante y bien escrita, con un giro final que sorprende al lector.

Si alguna de estas reseñas te incita a leer, este artículo habrá tenido sentido. Si además añades un comentario con tus propias sugerencias, ese sentido aumentará.

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