Cariño por El Vigía

Ya he recogido aquí muchos de los testimonios de reconocimiento, los elogios y alabanzas que me han dedicado otros profesionales del ámbito de la publicidad y la investigación. a raíz de mi jubilación.

Muchos de ellos se refieren a El Vigía.

El Vigía no es sólo el nombre de este blog desde hace algo más de doce años, también es el seudónimo con el que he firmado artículos, de manera esporádica, a lo largo de más de veinte años y es el nombre del primer panel de profesionales con el que he venido haciendo previsiones de inversión publicitaria a lo largo de casi veinte años. Para muchas personas, El Vigía soy yo y a esa figura es a la que muestran su agradecimiento.

Formé el panel Vigía a principios del año 2001 con un pequeño grupo de amigos. Desde entonces he ido ampliando el panel (en total, a lo largo de los años han pasado más de seiscientos profesionales de los medios) y he ofrecido al mercado previsiones de inversión en medios y otra importante serie de indicadores a lo largo de casi veinte años con una periodicidad corta, que a lo largo de los últimos once años ha sido mensual, gracias al apoyo de otro panel, el de anunciantes, Zenthinela.

Zenthinela fue un panel al que bautizamos en casa cuando mi hija Usúe aún vivía allí.

Ahora muchas de las personas que agradecen mi trabajo por el mercado no son compañeros, ni clientes, ni trabajaron en otras empresas con las que colaboré de otras maneras. Muchos me agradecen mi trabajo como Vigía, que siempre hice por mi cuenta y puse a disposición del mercado publicitario.

Algunos de esos testimonios los recojo a continuación:

Comparto muchas de las cosas que ha dicho de ti. Pienso que eres una persona que has servido de ejemplo a la profesión  y a la humanidad, tanto por tus conocimientos del sector, sobre todo de la investigación,  como por tu trato humano, amable y constructivo, diciendo y defendiendo siempre la verdad y dispuesto a colaborar en todo lo que se te pide. Has aportado mucho a esta profesión, con tus investigaciones y artículos, sirviendo de guía al devenir del sector. Recibe mi admiración, me siento como un gran amigo y confío en que desde el puesto de Vigía nos sigas contemplando y ayudando.

(Daniel Campo) En El Publicista publiqué algún artículo firmando como El Vigía.

Faro caja de música de Rincón Musical, en la Plaza de las Salesas. Un buen lugar para un Vigía (FOTO: E.Madinaveitia)

Un placer haber compartido épocas de trabajo contigo

(Miguel Ángel Muñoz)

Un placer haber colaborado tantos años contigo.

(Jesús Gayoso). Participó en el panel Vigía y durante varios años regaló, desde Spotify, el estímulo que yo sorteaba entre los panelistas madrugadores.

Un placer haber podido contar con tus colaboraciones, siempre dispuesto, buscando lo mejor, exigiéndote y exigiéndonos.

(José Ramón López Grañeda). Seguramente se acuerda de mis recordatorios y de los me faltas tú.

Final feliz de muchos años felices, algunos de los cuales compartimos, lo que considero un privilegio.

(Paz Álvarez). Participó en la primera época de Vigía, cuando aún no se llamaba así.

Mi admiración maestro.

(Juanjo Amorín) También fue panelista en algún momento de la primera década del siglo.

Solamente quiero agradecerte tu amabilidad, tu coherencia, tu disposición a ayudar y colaborar siempre. Tus ganas de aprender y de compartir. Tu inquietud constante.

Siendo una persona que no viene del mundo publicitario, te adaptaste a él y lo llevas en las venas. Has aportado mucho, pero no voy a ser yo quien lo descubra.

Deseo que, a pesar del momento crítico que vivimos, tengas la jubilación que te mereces. Para ti y para los tuyos.

(Fernando Contreras) Ha sido panelista de Vigía a lo largo de muchos años y me enviaba siempre unos comentarios muy interesantes, con ideas propias, que yo solía incluir en mis análisis. Es uno de los ocho o diez panelistas ejemplares, que nunca fallaban y que aportaban mucho al mejor entendimiento del mercado.

Fueron breves pero intensos nuestros punto es de contacto, pero siempre disfruté de tu conocimiento y saber ser.

(Liliana Martínez) Fue la mujer de un buen amigo; creo que no llegó a ser panelista.

Si tienes que recoger todas las alabanzas de la gente de la profesión por tu trabajo, no vas a poder jubilarte nunca. Eso es lo que se consigue con sólo dos cosas: ser un grandísimo profesional y una grandísima persona.

Ya lo decían los textos bíblicos. Cada uno recoge lo que siembra, y tu has sembrado conocimiento y generosidad. Y eso solo puede traer grandes cosechas. Felicidades por habernos iluminado a todos. Y sigue con la linterna encendida, por favor.

(Nocke Deckoy) No sé quién es. Se lo he preguntado pero aún no me ha contestado. Pero me gusta lo que me dijo.

Sería bueno montar una tertulia para hablar de qué porcentaje de gente llega trabajando a la edad de jubilación en nuestro sector… que esa es otra. Si hace falta ser tan bueno como tú, va a haber un jubilado cada 30 años. El resto parados de larga duración.

(Luisfer Ruiz Bedoya) Es uno de los pocos que fue panelista tanto de Vigía (cuando era medio) como de Zenthinela (como anunciante). Últimamente trabaja en una agencia de medios; si pienso en nuevos proyectos me encantará contar con él, ahora que no seremos competencia.

Siempre recordaré una frase que me dijo: no sé muchas cosas, pero tengo el teléfono de gente que sabe, y me lo cogen. Gracias por todo.

Yo era muuuuy joven, impetuoso e inexperto. Pero se me quedó grabada, confieso. E intento ponerla en práctica…

(Jordi Sabat) Yo no recuerdo esa anécdota, pero recoge una verdad: lo importante que es tener amigos mejores que uno mismo. Ha sido uno de los panelistas más fieles. Y creo que es el único caso en el que, durante un tiempo, fue panelista a la vez que su padre.

En algún momento también tuve a un matrimonio, ella en Vigía y él en Zenthinela.

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