Access prime time

Así, con tres palabras en inglés, se ha denominado el combate que ha marcado el principio de temporada en la televisión lineal y, si me apuran, en los medios.

Un combate que enfrentaba, que aún sigue enfrentando, a David Broncano, nuevo en esta plaza (la de la televisión lineal) y al veterano Pablo Motos, invencible tras 19 temporadas en antena (en Antena 3, concretamente).

Transcurridas las primeras tres semanas se podría decir que el resultado es de empate técnico: aproximadamente la mitad de los días ha ganado El Hormiguero y la otra mitad La Revuelta, aunque si se comparan las franjas de coincidencia (los periodos exactos en los que se emiten simultáneamente los dos programas) la balanza se inclina ligeramente a favor de La Revuelta, como se ha ido viendo en los análisis que publica Barlovento.

Creo que ni los más fervorosos amigos de Broncano esperaban algo así. Desde el punto de vista de la audiencia el éxito es espectacular: La Revuelta mejora claramente la audiencia que tenía La 1 en el periodo anterior a la vez que consigue un necesario rejuvenecimiento de su audiencia. El Hormiguero no pierde; consigue uno de sus mejores comienzos de temporada de los últimos años. Y la televisión lineal gana espectadores jóvenes y notoriedad. Hacía tiempo que no se veía una pelea como esta y, sobre todo, con esa repercusión.

Lo que me parece más curioso es que se llame access prime time a unos programas que casi todos los días terminan después de las once de la noche y algunos días van más allá de las once y cuarto. Si eso es access ¿cuándo comienza en realidad el prime time?

Recuerdo, hace ya más de treinta años, en los primeros tiempos de la audimetría, las discusiones en los comités de usuarios sobre cuando se debía considerar que empezaba y terminaba el prime time. No nos servía la experiencia de otros países, porque aquí somos mucho más noctámbulos. Se dudaba entre si debía comenzar a las 20:30 o a las 21:00 y prácticamente nadie pensaba que debería prolongarse más allá de la medianoche. Cuando publicamos en la revista de la empresa un artículo sobre el tema, uno de mis colaboradores decidió llamarlo “esa cosa con plumas”, dando a entender que probablemente era algo indefinible (y que no había por qué definir). ¡Craso error! Durante muchos años ese periodo fue determinante en las políticas comerciales de las principales cadenas.

La audiencia no es el único indicador que están analizando las empresas del sector. Science4Insights ha ido publicando la repercusión en redes sociales. Debido seguramente al tipo de audiencia de cada programa La Revuelta gana con claridad tanto en número de comentarios como en valoraciones: en Twitter se lleva el 94% de los “me gusta” y el 73% de los comentarios; en TikTok y en YouTube La Revuelta domina en todos los indicadores utilizados (“me gusta”, comentarios y reproducciones). La situación es algo más favorable a El Hormiguero en el caso de Instagram: (gana en comentarios y pierde por menos diferencia en los otros indicadores). Las búsquedas en Google Trends también son muy favorables a La Revuelta, si bien se va atenuando la gran diferencia que se produjo al principio.

No sé cómo terminará este combate del siglo; queda mucha temporada por delante, es difícil mantener el mismo grado de interés a lo largo de muchos meses y deberíamos esperar algún tipo de contraataque por parte del resto de competidores. De momento ganan esas dos cadenas, lo hace también la televisión lineal y el entretenimiento en televisión.

(*) Escribí este artículo para el número de octubre de la revista IPMark, que ya lo ha publicado en su versión digital.